El economista Juan Bour señaló en la 99.9 que el gran problema de la economía argentina sigue siendo el gasto público que ha llegado a un 42% del PBI, pero también advirtió que para reducirlo no habría que tomar empleo público por una década: “no es algo que se solucione en unos meses”, agregó.
La marcha de la economía está en un momento delicado y el gobierno decidió avanzar con diversas medidas para tener un mejor control de ciertos asuntos. El economista Juan Bour analizó a través de la 99.9 los puntos destacados de las decisiones adoptadas.
“Las medidas en materia fiscal apuntan a creer que se logrará el famoso equilibrio en algún momento. Es difícil porque la economía está cayendo y lo que se anunció ayer es una postergación en la baja de impuestos en el caso de las retenciones, pero que tendrá un impacto menor en las cuentas públicas. Lo más importante es la reducción de reintegros a las importaciones”, explicó sintéticamente.
Sin embargo, las preocupaciones también están dadas en las políticas que aplica el Banco Central respecto de las Lebacs: “esa es la cuestión más complicada. El objetivo del Banco Central es reducir las Lebacs y significa dejar flotando pesos por algún tiempo. Estamos hablando de la mitad de las letras y la pregunta es que hace el inversor con esos pesos. Se puede ir a dólar, a plazos fijos, letras del Tesoro y demás. Básicamente estaremos perdiendo reservas de aquí a fin de año”.
Como otros colegas, opina que el principal defecto económico sigue estando en el gasto público y para reducirlo se necesita una política de largo plazo: “cuando hay un exceso de gastos por consumo todo es más difícil. Llegamos a tener 42% del PBI en gasto público y es mucha plata. Cada punto son casi 6 mil millones de dólares y todo es gasto de consumo. Es difícil reducirlo cuando es empleo público o pensiones que son difíciles de tocar. La cuestión estructural no se puede corregir fácil, no se tendría que tomar empleo público por 10 años, no es una cuestión de meses”, advirtió Bour.
Si a eso se le agrega el sistema de corrupción que ahora vuelve a quedar en evidencia, las consecuencias son evidentes. Sin embargo, advirtió que este tipo de esquemas no es algo nuevo en la historia del país. “En la época que se invirtió mucho en la república se hacía con un gasto excesivo. Durante los 70 y 80, el gasto de inversión en energía era cuatro veces el necesario para obtener la misma energía, tenía un sobre costo. Estos mecanismos de corrupción se volvieron más burdos como estamos viendo, incluso peor que el Lava Jato”, finalizó.