Julio Blanck. Muerte de un periodista

Especial para Noticias y Protagonistas
Por: José Luis Ponsico (*)

No todo el mundo sabía de la enfermedad del periodista Julio Blanck, fallecido el viernes último a los 64 años. Un cáncer de páncreas lo derrumbó. Colega talentoso, de notable recorrido en el diario “Clarín” al que ingresó como cronista deportivo hace algo más de 40 años.

Destacado no solamente por su capacidad periodística. Patentó un estilo: sonriente en televisión (ciclo “Código Político”) invocó el humor ácido de Groucho Marx, sin nombrarlo. Tampoco se conocía demasiado su verdadero apellido (Ivnisky) por origen judío que con sagacidad alguna vez explicó

“No podía cubrir los partidos, tiempos de la dictadura, en pleno rebrote antisemita”, dijo. Curiosamente, en la fauna se conocen otros casos: Lázaro Liberman es Marcelo Araujo y Mauricio Golfart es Mauro Viale. El impacto del deceso tuvo un correlato que refleja otra curiosidad

El universo periodístico destacó el talento de Blanck, empezando por sus compañeros -otro de los destacados editores Ricardo Roa, en su dolor, precisó: “Era el mejor de nosotros”- que elogiaron las distintas facetas del colega. Apodado “Topadora”. Hizo todas las escalas hasta erigirse en Jefe “era bravo”, dijeron.

El propio Roa evocó otro origen de Blanck: “El de la Fede”, el Partido Comunista lo tuvo a Julio en su adolescencia. Luego, se inclinó ante el impacto alfonsinista. Como no podía ser de otro modo, se desencantó del PC en los 80 y no pudo ser demasiado “fiel” a “Renovación y Cambio” tras la caída de Raúl Alfonsín en el 89.

Entre otras curiosidades, el deceso de Blanck permitió conocer -aunque no hace falta- el Poder del “gran diario argentino. El “portaviones” que a partir de los 90 -“el efecto Héctor Magnetto”, el grupo se extendió al Multimedio; Radio Mitre, Canal 13, “Todo Noticias” y canales de cable- produjo la virtual hegemonía del mercado periodístico. El deceso de Blanck produjo otra revelación:

El gobierno nacional desde el Presidente de la Nación, los principales ministros y las jerarquías de “Cambiemos” acompañó el dolor de la familia, amigos, compañeros de trabajo y allegados. Mauricio Macri, Gabriela Michetti, Marcos Peña, María Eugenia Vidal, Rogelio Frigerio, Emilió Monzó, entre otros, acompañaron la congoja. Pero hubo más

El llamado “Círculo Rojo” desde el universo económico -comúnmente “establishment”- se sumó a la pérdida del periodista “del sistema de Poder”. Esto es, entre “Clarín” y “La Nación” se inscribieron más de treinta avisos fúnebres. El Poder Judicial en invocación del titular de la Suprema Corte, Dr. Ricardo Lorenzetti.

Desde Techint, Arcor, CAME, la DAIA. el Banco Ciudad, entre otros grupos influyentes. En el repaso algo que no ocurría desde los fallecimientos de Raúl Alfonsín, Antonio Cafiero y el notable médico, célebre cardiólogo, René Favaloro.

Hincha de Independiente, Blanck tuvo amistades en “la Coordinadora” radical y casi al mismo tiempo en el llamado “cafierismo”. Caso no frecuente en los 80 y 90. Situado en la vereda de enfrente al menemismo y especialmente al kirchnerismo

Sus columnas politicas y hasta “grageas” (Azúcar o Sacarina) significaron “clásicos” de análisis político. Ingenioso siempre. Tuvo tres hijos y dos matrimonios. Vivió en Caballito y cultivó su amor el “rojo” de Avellaneda. En el “potrero” un defensor fornido. Duro.

Ultima curiosidad: en casi todos los estudios de organismos internacionales que integran los sistemas sindicales al cuidado (protección) de los periodistas, aluden “al estrés”. Algo que ocasiona deterioro en la salud de escribas en las Redacciones. “Clarín” desde hace dos décadas vive con preocupación el síntoma.

Antes de 65 años de edad, el periodismo argentino se quedó sin Carlos Marcelo “el Negro” Thiery, Enrique “Turco” Sdrech, Emilio Petcoff -“el búlgaro”, de reconocido talento- y antes de los 60, Rodolfo Audi, José María Casabal, Jorge Ezequiel Sánchez, también”el Negro”; Oscar Raúl Cardoso, Enrique Medeot, Tabaré Areas -se había ido tras 15 años- Carlos Quirós, entre destacados en “Clarín”.

En Deportes, Guillermo Quintana, poco más de 45. Luego Juan Zuanich, apenas 42. Hace doce años, Pedro Uzquiza, 65 años. En la sección Política conmovió hace dos décadas el deceso de Diego Tonnelier. Tenía 39 años. Cubría a la UCR. Conclusión: una serie poco conocida

Los médicos, también los psico-analistas hablan de “depresión”, “el temor al fracaso”, “la ansiedad”, quizá “irritabilidad” y hasta “excesiva auto crítica”. Todo un dilema hoy en “el gran diario argentino”. O el “costo” de una fama profesional. La que tuvo Julio Blanck. El grupo “Clarín” sigue atentamente la recuperación del “pope” Héctor Magnetto, afectado por una severa enfermedad y una trampa del destino.

(*) Periodista marplatense.

Ex miembro de la conducción del Sindicato de Prensa, Mar del Plata (1972/76) y Secretario Gremial del Sindicato de Prensa filial Capital, 1984/86