Más que la positividad, los hábitos integrales, la resiliencia ante el estrés y rasgos como la disciplina están detrás de una vejez sana y duradera.
La cantidad de estadounidenses que llegan a los 100 años o más se ha duplicado en la última década, de acuerdo a las estadísticas. Si bien muchos de ellos atribuyen su extensa longevidad, al menos parcialmente, a una perspectiva positiva de la vida, expertos señalan que la relación entre personalidad y envejecimiento es más compleja.
“Sobrevaloramos el efecto de simplemente ser positivo”, afirma a CNBC David Watson, PhD, exprofesor de psicología de la personalidad de la Universidad de Notre Dame. “La escrupulosidad, o qué tan organizado y disciplinado es una persona, está más estrechamente relacionada con la longevidad”.
Watson explica que los individuos escrupulosos tienden a cuidar mejor su salud. Por ejemplo, beben alcohol con moderación, comen de forma balanceada y evitan conductas de riesgo. “No hacen cosas estúpidas, por lo que tienen menores tasas de accidentes y mejores comportamientos de salud”, dice el experto.
Afortunadamente, la escrupulosidad puede incrementarse con la edad. Talleres especializados buscan aumentar la capacidad de autorregulación a través de ejercicios de puntualidad y seguimiento de objetivos. “Si actúas de manera más escrupulosa, la actitud sigue al comportamiento”, señala Watson.
La amabilidad también se relaciona con la longevidad, sobre todo ante situaciones estresantes. Las personas psicológicamente sanas se recuperan más rápido del estrés. “Pueden relativizar los problemas y volver más fácilmente a su equilibrio”, agrega el experto a CNBC.
Una combinación de hábitos saludables, capacidad de recuperación y rasgos de personalidad como la escrupulosidad y amabilidad, están detrás de una vida más duradera y plena. La actitud positiva por sí sola no garantiza longevidad, pero forma parte de un estilo de vida integral para envejecer bien.
La longevidad parece tener también un componente genético importante. “Además de la actitud y conducta, la mayoría de los longevos tienen padres y abuelos longevos. Esto, evidentemente, sugiere que hay una genética asociada a la epigenética en esto”, expresó a Infobae Oscar Cingolani, científico de Johns Hopkins en Estados Unidos.
Es decir, la posibilidad de vivir muchos años se hereda en cierta medida. Quienes provienen de familias con integrantes de avanzada edad tienen más probabilidades genéticas de alcanzar ellos mismos una edad similar. Sin embargo, la genética no lo determina todo, ya que el estilo de vida y otros factores ambientales también influyen en la longevidad de una persona. Pero la predisposición genética juega un papel relevante en combinación con otros elementos.
Estudios han identificado varios genes, como el FOXO3, que parecen estar asociados con una mayor longevidad. Estos genes pueden influir en cómo las células del cuerpo responden al estrés o cómo se regulan ciertos procesos metabólicos. Sin embargo, es crucial entender que la genética es solo una pieza del rompecabezas. Factores como la dieta, el ejercicio y el entorno social también tienen un impacto significativo en la longevidad.
Escrupulosidad
La escrupulosidad es un rasgo de personalidad que se refiere a cuán organizada, disciplinada y responsable es una persona. Las personas con alta escrupulosidad suelen ser muy cuidadosas, perseverantes, prudentes y orientadas a las normas.
Algunas características de las personas escrupulosas son:
- Son muy organizadas y les gusta tener todo planeado. Hacen listas y cronogramas para sus tareas y actividades.
- Se esfuerzan por cumplir sus obligaciones y compromisos. Son confiables y responsables.
- Siguen normas y estándares rigurosamente. Les importa hacer las cosas “bien” y correctamente.
- Son cuidadosas en sus decisiones. Analizan pros y contras antes de actuar.
- Evitan comportamientos riesgosos o actos imprudentes.
- Muestran autodisciplina y automotivación para completar tareas.
- Son persistentes en alcanzar sus metas. No se rinden fácilmente.
Se podría describir como el rasgo de ser extremadamente cuidadoso, confiable y enfocado en hacer las cosas correctamente. Esta cualidad está estrechamente relacionada con el éxito académico y laboral.