La Amarok producida en Argentina, bajo la lupa brasilera

Examinarán la pick-up de Volkswagen fabricada en la Argentina.

Logo-VolkswagenEl escándalo de Volkswagen ya tiene ramificaciones en la Argentina. Las autoridades brasileñas informaron ayer que la pick-up Amarok de la firma alemana producida en el país, unas de las principales exportaciones de la fábrica local, caerá bajo la verificación tras la polémica que comenzó en los Estados Unidos.
El Instituto Brasileño del Medio Ambiente (Ibama) afirmó en un comunicado que las acusaciones de que Volkswagen adulteró pruebas en ese tipo de motores en los EE.UU. suponían un “caso gravísimo”.
Según señaló la Agencia Brasil 247, si se verificaran los mismos procedimientos, el organismo “podría imponerle multas de hasta 50 millones de reales” a la filial brasileña, “además de exigir la convocatoria a una revisión para corregir el problema”. La agencia agregó: “En Brasil se comercializa en versión diésel la pick-up Amarok que, desde 2010, vendió unas 83.890 unidades en aquel mercado”.
En la Argentina, la Amarok es producida por Volkswagen en la planta que tiene en Pacheco. “Se inició una investigación para verificar si el fraude apuntado en los Estados Unidos estaría siendo cometido en Brasil. Volkswagen será notificada este viernes [por ayer] para brindar aclaraciones”, dijo el estatal Ibama. Volkswagen tiene en Brasil tres plantas montadas en los estados de San Pablo y Paraná, donde produce vehículos con motores nafteros, entre otros el Novo Gol, el Novo Voyage, el Saveiro, Saveiro Cross, Fox, CrossFox y SpaceFox y en una cuarta planta paulista fabrica 67 modelos diferentes de motores.
La Agencia de Protección Medioambiental de los Estados Unidos (EPA) acusó la semana pasada a la automotriz alemana de haber utilizado un software para manipular los estándares medioambientales en exámenes sobre emisiones contaminantes.
Tras la renuncia del director general, Martin Winterkorn, el consejo de administración de Volkswagen nombró ayer director general a un ejecutivo de larga trayectoria dentro de la empresa y jefe de la unidad Porsche, Matthias Mueller, quien encabezará las acciones para intentar superar el escándalo. La firma anunció asimismo que suspendió a algunos empleados y reorganizará sus actividades en América del Norte.