Según un estudio reciente, los pacientes que reciben amoxicilina para tratar la tos no se recuperan mucho más rápido que los que no son tratados con este antibiótico.
Un equipo de científicos liderados por Paul Little, de la Universidad de Southampton, en el Reino Unido, hallaron que el uso de la amoxicilina para tratar infecciones respiratorias en los pacientes en los que no hay sospecha de neumonía no es probable que ayude, e incluso podría ser perjudicial. El uso excesivo de antibióticos puede dar lugar al desarrollo de la resistencia.
Para llegar a esos resultados se utilizó a 2061 adultos con infección respiratoria aguda no complicada en atención primaria de 12 países europeos, como Inglaterra, Gales, Holanda, Bélgica, Alemania, Suecia, Francia, Italia, España, Polonia, Eslovenia y Eslovaquia. Ellos fueron asignados al azar para recibir amoxicilina o un placebo tres veces al día durante siete días. Aquellos que tomaron placebo experimentaron síntomas nuevos o empeoraron, mientras que los pacientes que tomaron antibióticos registraron más efectos secundarios como náuseas, erupción cutánea y diarrea. “Nuestros resultados muestran que la mayoría de las personas se recuperan por sí solas. Pero, dado que hay un pequeño número de pacientes que se beneficiarán de los antibióticos, persiste el reto de identificar a estas personas”, señala Little.
“Estos datos deben animar a los médicos de atención primaria a abstenerse de recetar el tratamiento antibiótico en pacientes de bajo riesgo en los que no se sospecha de neumonía. La orientación de las mediciones de biomarcadores sanguíneos específicos de infección bacteriana podría ayudar a identificar a los pocos individuos que se beneficiarán de los antibióticos, a pesar de la aparente ausencia de neumonía y evitar los efectos tóxicos y costos de los medicamentos y el desarrollo de resistencia en otros pacientes”, indicaron los expertos.