Al borde del precipicio fiscal

 

El Congreso de Estados Unidos no llegó a un acuerdo sobre el presupuesto y tampoco resolvió qué hará con la suba de los impuestos en 2013.

Si bien Obama había pedido un plan para evitar el aumento de impuestos a la clase media, el Congreso de Estados Unidos comenzó el receso navideño sin haber aprobado una estrategia para evitar el abismo fiscal, que va de la mano de una suba de impuestos que comenzará a principios del año que viene.

Según el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, la propuesta del mandatario de subir los impuestos a las rentas más altas para compensar el déficit no será la solución. “La solución del Presidente de elevar las tasas de impuestos seguirá dejando números rojos en las arcas públicas“, aseguró Boehner, quien dijo que esta propuesta afectará a los empleos “en un momento en el que demasiados de nuestros ciudadanos tienen dificultades para encontrarlos”. Además agregó que esa medida “simplemente no resolverá nuestros problemas de gastos y llevará a nuestra nación a una deuda catastrófica”.

La expiración de la exención impositiva, que caduca a finales de año para la mayoría de los estadounidenses, es uno de los temas fundamentales en la negociación, ya que Obama plantea que se prorrogue para la clase media, pero no para los hogares que ingresan anualmente más de 400 mil dólares. El  “Plan B” asumía la suba de impuestos para los hogares con ingresos anuales de más de un millón de dólares, e instaba a negociar un acuerdo más amplio durante 2013 para reducir el abultado déficit presupuestario del país.

Sin embargo, hay algunos dentro de su partido que se oponen a cualquier suba de impuestos, incluido para las rentas más altas, ya que según ellos, se dañaría la inversión privada.

Las dos partes buscan un ahorro de 2 billones de dólares para la próxima década; sin embargo los republicanos quieren que sea mitad en ingresos y mitad en gastos, mientras que Obama pretende que el porcentaje de ingresos sea mayor que el de los recortes, cifra que sería de  1,4 billones de ingresos y 750 mil millones en gastos.

“Todos nosotros estamos de acuerdo en que los impuestos no deben aumentarse para el otro 98 por ciento de estadounidenses, lo cual incluye el 97 por ciento de los pequeños empresarios”, explicó Obama, quien pidió al Congreso que trabaje en un plan que evite el aumento de impuestos a la clase media, proteja el seguro de desempleo para 2 millones de estadounidenses y siente las bases para el crecimiento y la reducción del déficit.

Los impuestos aumentarán para todos los estadounidenses. De esta manera, la clase media afrontarían un aumento promedio de impuestos de 2,200 dólares anuales, si es que no se llega a un acuerdo antes del 27 de diciembre.