Un grupo de científicos de la NASA han obtenido por primera vez “pruebas directas” de la recuperación de la capa de ozono, a través de instrumentos diseñados la agencia espacial y que se encuentran a bordo del satélite Aura, según informaron en sus redes.
Los expertos han podido observar que los niveles de los clorofluorocarbonos, CFC, se están reduciendo lo que está permitiendo la recuperación del agujero en un 20 por ciento, según sus investigaciones.
En septiembre del pasado año, la NASA anunció que el agujero ya se había reducido considerablemente, sin embargo quedan muchos años–hasta 2070– para que se alcancen los niveles de 1980.
El agujero de la capa de ozono –la capa protectora natural que absorve la radicación ultravioleta que puede provocar cáncer de piel y es dañina para las plantas– se detectó en 1985. Dos años después, la comunidad internacional firmó el Protocolo de Montreal para reducir y luego eliminar por completo la utilización de las sustancias que destruían el ozono y que estaban presentes en los sistemas de refrigeración y aerosoles.