Esta mañana en la 99.9, el abogado Ricardo Monner Sanz se refirió a la causa que impulsa contra el cuestionado Jorge Coscia, ex secretario de Cultura, investigado por desmanejos en el INCAA. “No sé si la causa avanza, pero sé que no retrocede”, destacó.
La designación de Teresa Parodi como ministra de Cultura, en reemplazo de Jorge Coscia, ha generado un manto de dudas sobre el verdadero trasfondo de estos cambios en el área. Uno de los motivos podría ser una causa judicial contra el ex funcionario, a quien Monner Sanz denunció por desmanejos en el INCAA. Esta mañana, el abogado dialogó con la 99.9 y aclaró: “hasta donde yo conozco, está abierta la causa aún. No sé si avanza, pero sé que no retrocede. Ante la cantidad de problemas sustantivos que tiene el país, tenemos que ocuparnos de estas cosas que son de cholulismo, cosas de tercera o cuarta categoría”. Luego, abundó: “de pronto sale esto que es interesante para saber cómo estaría la cuestión entre Coscia y la Presidenta, pero tengo una suerte de tristeza republicana”.
En opinión de Monner Sanz, estas maniobras no son más que distracciones para desviar la atención sobre asuntos más graves. “El Código Penal sirvió para plantear un debate público, y mientras tanto pasaban cosas terribles. Lázaro Báez ni siquiera es citado a declarar, y Fariña y Elaskar la ligan. No sé por qué todavía no se juzga a Oyarbide, cuando indicó sus errores públicamente”, opinó. Y recordó: “cuando todo va por el monto de la paritaria, la inflación espantosa, cosas que matan de hambre a mucha gente, está todo bien. Pero cuando tenemos que ideologizar el por qué de todo el aparato, nos cuesta mucho”.
Y el principal problema pasa por naturalizar la corrupción como algo común: “hemos tomado la corrupción como el pan nuestro de cada día. Los amigos K han llegado al punto más alto de la corrupción”. Sin dudas, se trata de una pelea de egos que anticipa el escenario del 2015: “Jorge Bergoglio es un gran jugador político en este tiempo. Hay peleas intestinas, cuestiones internas. Mientras, por el otro costado, Massa, que cada vez que le pega el gobierno, crece en su imagen”.