La CIA planeó devolver en 1982 las Islas Malvinas a la Argentina

Le daban la opción a los kelpers de ir a vivir a Escocia o adoptar la ciudadanía de nuestro país.

Estados Unidos planificó entregar las Islas Malvinas a la Argentina en medio de la guerra de 1982, y enviar a los isleños a Escocia o darle la posibilidad de convertirse en ciudadanos argentinos, según un plan secreto de la CIA que publicó ayer el diario británico Daily Mail.
El documento titulado “Solución a la crisis Islas Malvinas” es uno de los 12 millones publicados esta semana en el sitio web de la CIA (Central Intelligence Agency). El plan secreto, elaborado por el entonces presidente del Consejo Nacional de Inteligencia de Estados Unidos Henry Rowen, revela la decisión norteamericana de intervenir en 1982 para cerrar el conflicto tras la recuperación de las Islas Malvinas por parte de la Argentina.

CON SUBSIDIOS

“Durante un período de tres años se les dará a los habitantes de las Islas Malvinas la oportunidad de considerar si desean permanecer en las Islas Malvinas o si desean trasladarse a un área de jurisdicción británica, ya sea en el Reino Unido o en otros lugares bajo soberanía británica, con un subsidio de reubicación de 100.000 dólares por persona”, escribió Rowen.
Es “probable que muchos residentes encontrarán este incentivo suficiente para trasladarse a algún otro lugar, tal vez en Escocia o en otros lugares donde las condiciones pueden ser similares a las Islas Malvinas”, sostuvo el ex jefe de la CIA. “Cualquiera de los residentes que no deseen trasladarse estarán libres de permanecer y convertirse en ciudadanos argentinos al final de tres años”, agregó.
Rowen puntualizó, en el plan que ahora sale a la luz, que el costo de las subvenciones de reubicación que “se pagará a los residentes de las Islas Malvinas que deseen trasladarse a otro lugar” serán asumidos cincuenta y cincuenta por los gobiernos argentinos y británicos”.
El plan preveía, además, que la Argentina debía pagar a Gran Bretaña “por los daños causados durante la invasión” a las Islas.
Asimismo, afirmaba que la información preliminar de la CIA advertía que Gran Bretaña “subestimó” a los militares argentinos durante la guerra que se libró a 8.000 millas de distancia de Londres.
En el documento enviado por Rowen a Paul Wolfowitz, asesor de Reagan en el Departamento de Estado, se proponía que las Fuerzas Armadas argentinas dejaran las Islas luego del desembarco producido el 2 de abril de 1982. De inmediato, se crearía un enclave, donde residiría un ciudadano argentino, que no sería considerado ni embajador ni gobernador, pero que actuaría de enlace con los kelpers. Luego comenzaría un período de tres años para producir la relocalización de los isleños, hasta que la Argentina pudiera ejercer en forma definitiva la soberanía del territorio.