Investigadores y becarios del Conicet trabajan en el desarrollo de un nuevo sistema sanitario que realice mamografías sin irradiar rayos X. El modelo fue probado en laboratorio sobre medios artificiales y el próximo paso será construir un prototipo.
Para evitar esta situación, surge la idea de desarrollar un dispositivo basado en la técnica óptica descripta, donde no se requiera dicha compresión. Esto podría ser posible si la paciente se recuesta boca abajo con la mama apoyada contra una superficie transparente a través de la cual es posible adquirir las imágenes por reflectancia.
Otro beneficio es la potencial especificidad de la técnica para la detección de tumores y/o quistes, así como la discriminación, a través de los parámetros ópticos, de si es benigno o maligno.
“En este aspecto, muchas veces las imágenes de rayos X muestran simplemente que hay una masa extraña y determinar si es benigna o maligna depende en gran parte de la experiencia del profesional, y muchas veces para dirimir eso hay que recurrir a una biopsia”, afirmó Pomarico.
Es decir, como las imágenes con luz IR dependen de la concentración de hemoglobina, y los tumores tienden a concentrar hemoglobina porque están más irrigados que los tejidos sanos, es posible, en principio, tener cierto grado de discriminación de la característica del tumor.
En el caso de los rayos X, la resolución espacial es alta, lo que permite observar detalles geométricos de los tumores dentro del tejido. Esto no es así para la radiación infrarroja ya que la luz se dispersa dentro del tejido y no permite una buena resolución en cuanto a la ubicación y tamaño del tumor.