En la ciudad de Oslo, la capital de Noruega, decidieron ponerle fin a los problemas con el tránsito y así se decidió prohibir la circulación de automóviles de forma permanente en la región central de la urbe, en una medida que entrará en vigor próximamente y hasta el año 2019, con el objetivo de reducir la contaminación.
Así, el centro de la ciudad, libre de vehículos automotores, centrará toda su atención en los peatones y ciclistas.
Allí, el gobierno local cree que la medida resultará en un beneficio para el comercio y el turismo, y hasta el año 2019 el municipio se comprometió a construir por lo menos unos 60 kilómetros de ciclopistas y a impulsar la inversión en el transporte público.
De todos modos, la medida contempla algunas excepciones. Por ejemplo, la circulación de automóviles será posible en el centro de la ciudad únicamente en situaciones específicas, como transportar a personas discapacitadas o para abastecer a los establecimientos comerciales en horarios determinados de carga y descarga.
La capital noruega posee alrededor de 600.000 habitantes y un parque vehicular con 350 mil unidades. Sin embargo, la mayoría de los propietarios de estos vehículos viven en regiones fuera del perímetro central.