A pesar de que en 2012 el turismo en Brasil creció un 6%, aún no llega a recibir seis millones de visitantes al año. Según datos del ministerio de Turismo, un 98% se va del país carioca asegurando que desea volver. Pero los números reales indican que faltan turistas.
Brasil posee 8.000 kilómetros de playas, la mayoría vírgenes; una selva única, como la Amazonia; un espectáculo también único, como el del Pantanal; y los famosos Lençois do Maranhão. El santuario intocable de Fernando de Noronha, una especie de Galápagos brasileña; y sus ciudades que son joyas del barroco portugués, como Ouro Preto, Diamantina, Tiradentes, Paraty y tantas otras. También, ciudades míticas como Río o Salvador de Bahía.
Pero recibe seis millones de turistas extranjeros al año, cuando podría recibir hasta 40 millones. El dato muestra que las estrategias del país para atraer extranjeros en los últimos años, no ha resultado como se esperaba.
Brasil es el segundo país que ofrece mayores recursos naturales del planeta y está en el puesto 14 con mayor número de bienes culturales, sobre un total de 133 países. Sin embargo, es uno de los que menos turismo atrae.
Según la Traved en Leisure, entre los 50 puntos turísticos más visitados del mundo no aparece ninguno de Brasil. México está presente con el Zócalo y se estima que recibe cuatro veces más turistas que Brasil.
Según la Organización Mundial del Turismo (OMT), las cifras del turismo brasileño son peores si se las compara con las de Estados Unidos y Europa. Con un territorio 98 veces menor que Brasil, Portugal recibe un millón más de turistas. España, diez veces más, y hasta Ucrania cuatro veces más. Egipto y Turquía, aún con sus continuos conflictos sociales, reciben 12 y 30 millones de turistas.
Pero, a pesar de esas cifras, casi un cien por ciento de las personas que llegan a Brasil dicen desear volver por las bellezas naturales del país y también por el calor humano que encuentran entre su gente.