El creador de las prótesis mamarias de la marca PIP, irá a prisión

Confesó haber usado una silicona industrial, pero “sin ningún riesgo sanitario”. Fue sentenciado a cuatro años de cárcel. Tendrá que pagar una multa de 75.000 euros y no podrá ejercer la medicina.

Jean Claude Mas - Protesis PIPEl Tribunal Correccional de Marsella, Francia, condenó a cuatro años de cárcel a Jean-Claude Mas, fundador de la empresa PIP, fabricante de los implantes mamarios que afectaron a más de 5.000 personas en Francia y 80.000 en el mundo.
En 1991 fundó la empresa Poly Implant Prothèse (PIP) y se convirtió en el cuarto fabricante mundial de prótesis mamarias. Sus implantes de bajo costo, fabricados con un gel no homologado por las autoridades, lo hicieron uno de los líderes en el mercado.
Además de los cuatro años de cárcel, Mas deberá pagar una multa de 75.000 euros y tendrá prohibido ejercer cualquier profesión en el terreno sanitario o médico.
El Tribunal también condenó a otros cuatro trabajadores de la empresa a penas de tres años de cárcel, con dos exentos de cumplimiento, y año y medio de prisión sin cumplimiento.
Los cuatro trabajadores y Mas fueron hallados culpables de engañar a las autoridades sanitarias francesas y fabricar prótesis con un gel no homologado, derivado de una silicona industrial diez veces más barata que la de sus competidores. Por tal motivo, esas protesis fueron las más competitivas del mercado.
Los incidentes con las prótesis mamarias PIP comenzaron a salir a la luz y en 2010 se negó su venta completamente. Se cree que la empresa se ahorró un millón de euros anuales en gastos de fabricación.
PIP llegó a obtener el 84 % de su facturación fuera de Francia, especialmente en América Latina. En países como Venezuela, 33.000 mujeres fueron operadas con estos implantarles.
Durante el juicio, Mas confesó haber utilizado una silicona industrial, pero afirmó que sus prótesis no tenían ningún riesgo sanitario y acusó a las mujeres que lo llevaron ante los tribunales de ser “frágiles” y de pretender “sacarle el dinero”.
La empresa alemana Tüv también está siendo investigada, ya que durante años certificó las prótesis de PIP pasando por alto que estaban fabricadas con un gel no homologado.