Roberto, vecino de la ciudad, relató esta mañana en la 99.9 una experiencia increíble que vivió el pasado lunes cuando la policía dejó ir a un delincuente que había robado un celular de los obreros que trabajaban en su casa, con la excusa de que volvería para devolverlo. El ladrón tenía antecedentes.
El papel que cumple la policía en la inseguridad reinante en la ciudad, también se torna un punto importante para el análisis de la realidad. Esta mañana, en la 99.9, un vecino contó una experiencia bastante particular que le tocó vivir en pleno feriado.
Roberto comentó que “todo ocurrió en la zona de la seccional séptima, en Marcos Sastre y Caseros, el lunes a las 10 de la mañana. Estoy haciendo unas reformas en mi casa y tengo obreros trabajando en la losa. Entró un muchacho a mi propiedad y le sacó el celular y los cigarrillos a uno de los obreros. Cuando bajó, descubrió que le faltaban las cosas y los vecinos le comentaron que había entrado un muchacho en la casa”.
A partir de ahí comenzó la búsqueda del ladrón que había aprovechando el momento de trabajo y se encontraron con un escenario impensado. “Con otro vecino –continuó-, salieron a buscarlo en un auto. Lo encontraron y lo pararon porque iba en una bicicleta. El muchacho dijo que no había robado nada y empezó a sacar las cosas que tenía en los bolsillos donde estaban los cigarrillos y el encendedor. Cuando llamaron a la policía aceptó que había robado pero pidió que no lo denuncien porque tenía asuntos pendientes con la justicia. Dijo que iba a devolver el celular porque lo había descartado”.
Increíblemente, le permitieron ir a buscar el celular para, supuestamente, devolvérselo a su propietario: “ahí con la policía, le pidieron los datos de donde sale que se llama Leandro. El móvil accedió a que el muchacho vaya con su bicicleta a buscar el teléfono a su casa y el auto atrás porque supuestamente la familia no sabía que robaba”. Algunos se quedaron esperando, pero otros no aguantaron la espera: “nos pidieron que nos quedáramos esperando en la esquina. Pasaron 20 minutos o media hora, con otro muchacho que estaba trabajando nos fuimos a hacer la denuncia, pero tenía que ir del damnificado que se había quedado esperando el patrullero. No nos querían tomar la denuncia por un tema ético por la ineficiencia de la policía. Nos sugieren ir a la fiscalía del Dr. Moyano”, continuó Roberto.
El joven nunca volvió y la policía tampoco se comprometió a detenerlo, aún cuando confesó el hecho: “después me encontré con un vecino y me dijo que había vuelto el móvil después de una hora y les preguntó si el muchacho había devuelto el celular. Como no lo había hecho, el policía dijo que le parecía que no iba a volver porque tenía miedo que lo lincharan”. Increíble.
La denuncia quedó radicada y ahora tratarán de seguir la investigación, aunque es difícil que llegue a buen puerto: “nos tomaron la denuncia en la departamental, dimos el número de celular del móvil policial aunque nunca contestó nadie. Quedaron registradas las llamadas al 911 y calculo que también cuando pidieron los datos del muchacho”, comentó Roberto.