Agrava las sanciones cuando la víctima es una mujer y plantea el arresto en los casos que haya una organización detrás del delito.
La Legislatura porteña aprobó este jueves por la tarde el proyecto que prohíbe a los trapitos y limpiavidrios en la Ciudad, con la aplicación de multas económicas y días de trabajo de utilidad pública en los casos que se los detecte “in fraganti” cometiendo la contravención. Además, propuesta determinó el castigo con arresto cuando se compruebe la existencia de una mafia detrás de la práctica.
La iniciativa determinó cambios al actual Código de Contravenciones de la Ciudad y fue impulsada por el Gobierno porteño, logró aprobarla después de varios frustrados intentos. Fue presentada por el oficialismo seis veces, desde diciembre del 2007, cuando el entonces jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri asumió su primer mandato. Nunca había podido avanzar, por la resistencia de la oposición.
Esta vez el bloque Vamos Juntos superó la cantidad de votos necesarios para la aprobación de la ley. Sobre un total de 60 legisladores, contó con el apoyo de 40, mientras que los otros 20 votaron en contra, por lo que se logró la sanción del proyecto. Rechazaron la iniciativa el kirchnerismo, la izquierda, y otros bloques más chicos.
Con estas modificaciones queda totalmente prohibida la actividad de los cuidacoches y los limpiavidrios en la vía pública: hasta el momento esta tarea era considerada una infracción solamente si se comprobaba que había una “exigencia” de dinero por parte de la persona que ofrecía ese servicio.
El nuevo Código establece, además, una pena agravada cuando esta contravención se realiza en grupo o de forma organizada, condenando de 5 a 15 días de arresto a los integrantes de esa asociación “y se eleva al cuádruple para los jefes/as y/o coordinadores/as”.
“¿Quien puede estar en contra de votar cuando tratamos de pelear contra las mafias?”, resaltó el diputado oficialista Daniel Presti durante el tratamiento del proyecto.
La multa se duplicará en los casos que el delito “esté basado en la desigualdad de género”. Además el nuevo Código habilitó la intervención directa de la Policía “para hacer cesar la conducta flagrante”, por lo que un cuidacoche o un limpiavidrio podrá ser inmediatamente detenido si es descubierto por un efectivo de seguridad realizando esa actividad.
En los casos en que la modalidad se produzca en un estadio de fútbol y se pruebe la participación directa o indirecta de personas vinculadas al club, institución u organizador la multa será de 5000 a 10.000 unidades fijas, además de la clausura de sus instalaciones.