Un nuevo estudio mostró la eficacia de una droga “target” combinada con un anticuerpo monoclonal.
Un estudio presentado este fin de semana en el 24° Congreso de la Sociedad Europea de Hematología mostró la eficacia de una droga de “target” (de las que apuntan de modo específico a las células enfermas) combinada con un anticuerpo monoclonal, para el tratamiento de la leucemia linfocítica crónica (LLC), el más común de los cánceres de la sangre entre adultos.
Comparada con las herramientas terapéuticas aplicadas hasta ahora, este nuevo tratamiento logró un incremento en la sobrevida de los pacientes, con las ventajas adicionales de prescindir de quimioterapia, de administrarse en gran parte vía oral (aunque también requiere unas pocas inyecciones) y de tener una duración acotada: se suministra por un año.
La terapia, que consiste en una combinación de la droga venetoclax con el agente monoclonal obinutuzumab, acaba de ser aprobada en Estados Unidos como una opción de primera línea en el abordaje de la LLC. Esto quiere decir que es ahora una de las alternativas con las que cuentan los médicos para indicar a pacientes con LLC que aún no han iniciado un tratamiento.
El estudio CLL14 presentado en la reunión científica que se desarrolló en Amsterdam mostró que un 50% de los pacientes tuvo una respuesta total al tratamiento (todos los parámetros revisados mejoraron) mientras que un 35%, una parcial (al menos uno de los parámetros analizados no mostró mejoras). Lo que son números auspiciosos, según los especialistas consultados por este diario.
En la Argentina, esta nueva terapia está en proceso de aprobación por la Administración Nacional de Medicamentos y Tecnología Médica (ANMAT). Hasta ahora, la droga venetoclax, en combinación con otro agente monoclonal (rituximab), está indicada en el país para pacientes con LLC que recayeron en la enfermedad.
La LLC es un cáncer que afecta a un tipo de glóbulos blancos llamados linfocitos y que se inicia en la médula ósea (tejido suave ubicado en el centro de los huesos y que ayuda a la formación de las células de la sangre). Se trata de una afección de progreso lento. Una vez que se diagnostica, la enfermedad puede no requerir tratamiento o no requerirlo de modo inmediato, aunque sí demanda un control médico periódico.
Según estimaciones de la Agencia Internacional para la Investigación sobre Cáncer dependiente de la OMS, en la Argentina se registraron en 2018 casi 3.000 casos de leucemia, de los cuales un 30% serían de leucemia linfocítica crónica.
Miguel Pavlovsky, director médico y científico de Fundaleu, le dijo a Clarín que los nuevos tratamientos para la LLC, más eficaces que los usados hasta hace pocos años y que evitan la quimioterapia, generan un “gran entusiasmo”.
Para Pavlovsky, “lo que viene a agregar esta combinación de venetoclax y obinutuzumab son tasas muy altas de respuesta, tasas muy altas de enfermedad mínima residual negativa (indetectable) nunca vistas previamente en este grupo de pacientes; y duración de la respuesta significativamente prolongada respecto de la terapia considerada estándar, que era la combinación de una quimioterapia que se llama clorambucilo con el mismo anticuerpo monoclonal obinutuzumab. Así que todo esto ha llevado a generar un enorme entusiasmo y un cambio en el paradigma del tratamiento de esta enfermedad”, explicó Pavlovsky.
A propósito del nuevo tratamiento disponible para la LLC, Fernando Piotrowski, que pertenece a la Asociación Leucemia Mieloide Argentina (ALMA), una entidad que reúne a pacientes, destacó las ventajas de los tratamientos libres de quimioterapia que, señaló, permiten seguir una vida normal, no interrumpir las actividades y no generan disminuciones físicas.
Alicia Enrico, coordinadora del área de Investigación del Hospital Italiano de La Plata, explicó a Clarín que este nuevo tratamiento beneficiará especialmente a los “pacientes de riesgo”, que son aquellos que, por sus particularidades genéticas, no responden a las terapias disponibles hasta ahora. La nueva herramienta terapéutica, dice Enrico, también es una buena noticia para los pacientes que pueden estar impedidos de recibir otras drogas más agresivas por su edad o su estado general.
A su vez, Silvana Cugliari, jefa del departamento de Hematología del Instituto Roffo, señaló que los nuevos tratamientos de duración predeterminada han demostrado tener beneficios considerablemente duraderos. “Nos falta ver con más tiempo de seguimiento cuánto va a ser ese período sin tratamiento que podrán tener los pacientes”, explicó. Y agregó que, según lo que ella observa, los tratamientos finitos tienden a abarcar cada vez a más pacientes.
La llegada de las terapias target, explican los expertos, no implica el fin de las quimioinmunoterapias como primera opción para tratar la LLC. De acuerdo con las características genéticas de cada paciente, los abordajes con quimioterapia pueden seguir siendo la mejor opción. La tendencia es ir cada vez más hacia tratamientos más personalizados.
“Alivio financiero”
En la Argentina, los tratamientos oncológicos son cubiertos en su totalidad por las obras sociales y por las empresas de medicina prepaga. A su vez, quienes no cuenten con esas coberturas, tienen una similar de parte del Estado. En este sentido, tratamientos con una duración predeterminada como el presentado en el congreso, además de ser ventajosos para los pacientes, generan también un “alivio financiero”, según Pavlovsky.
Cugliari consideró que no sólo hay que considerar los costos de la medicación, sino que también son costosos los estudios que se deben realizar a los pacientes para poder llegar a un diagnóstico bien preciso y en función de eso decidir los siguientes pasos de un tratamiento.