Lo que antes se hacía a través de manifestaciones o marchas, ahora también se puede hacer desde la web.
No importa la magnitud de la causa que se quiera promover. Tampoco la importancia del cambio social que se pretenda impulsar. Y mucho menos la edad, el género o la clase social de cada uno para hacer que las ideas de los argentinos sean apoyadas por miles de personas.
Esa es la premisa con la que se registra en el país una creciente tendencia al uso de páginas de Internet como change.org o avaaz.org , que se presentan como base para recaudar las firmas que, potencialmente, se convertirán en un cambio concreto mediante la atracción de la luz pública a temas de interés social.
Cada vez con más frecuencia se difunden peticiones para firmar vía e-mail o redes sociales. Pueden pedir apoyo para cambiar el nombre de una calle, impedir la siembra de cultivos transgénicos o ayudar a los más necesitados.
La Nación habló con Pedro Smolarsky, un vecino de Puerto Madryn que inició una petición para cambiar el nombre del Aeropuerto Internacional de Ezeiza por el de Presidente Raúl Alfonsín: “para mí, las firmas son un acompañamiento de soporte para que el proyecto vuelva a tener estado parlamentario“.
Tras la muerte del ex mandatario, su petición cobró visibilidad y se incrementó el número de firmas para apoyar su idea. Pero esto solo es una muestra de cientos de iniciativas e ideas propuestas.
Las plataformas
Una de las plataformas más usadas es change.org, desde la cual los peticionantes deben crear un perfil para proponer sus ideas.
La Nación contactó a Susana Fernández Garrido, directora de change.org para Latinoamérica, quien explicó la función concreta de la organización en nuestro país desde el año 2012 y la legalidad de las firmas que se juntan: “es un modo de presión, no tiene ningún componente legal. Cada país tiene maneras diferentes de promover iniciativas en el parlamento“.
En Estados Unidos, la Casa Blanca determinó que responde a todas aquellas peticiones que superen las 25.000 firmas. “En algunos países valen las cuestiones on line, pero lo que buscan las peticiones on line es generar presión mediante la promoción de una causa social, para convencer a otros de interesarse sobre temas puntuales“, señala Fernández Garrido.
Un millón de usuarios argentinos alcanzó esta organización en su plataforma web en diciembre del 2013, mostrando el mismo nivel de desarrollo de varios países europeos. “Más de 80 campañas a la semana con más de cinco firmas suben a la plataforma, lo que indica que los argentinos han entendido muy bien nuestra propuesta. De todos los países en los que tenemos presencia, Argentina es el que tiene la relación más alta del mundo, con un 40% de usuarios que han visto cómo al menos una vez con su firma se ha tenido éxito con una petición“, aseguran desde change.org. También se destacan el número de logros en modificaciones y la creación de leyes, como la Ley de Diabetes o la Ley de Personas Transplantadas.
Otra plataforma que viene creciendo es avaaz.org, que no tiene presencia concreta en ningún país y que, como las otras, funciona mediante el registro del firmante o peticionante en su página. Oscar Soria, portavoz de la organización, compartió con La Nación el crecimiento de la plataforma: “somos una ONG global que actúa en diferentes temas, los cuales algunas veces tienen relevancia nacional“.
“Argentina ocupa el tercer puesto de miembros en el mundo de habla hispana, después de España y México, contando con más de medio millón de miembros“, expone Soria. Y añade que la comunidad argentina ha venido creciendo rápidamente en los últimos meses.
Según dice, “la metodología de avaaz.org se centra en la forma en que se toman las decisiones acerca de nuestras campañas. Nosotros hacemos una consulta amplia a nuestra membresía, que define nuestra agenda“.
Tomadores de decisión
“El propósito es visibilizar las peticiones hasta que lleguen a lo que nosotros llamamos ‘tomadores de decisión’, o como se quiera llamar: poderes públicos, poderes políticos o poderes privados“, explican desde change.org.
“El número de firmas es importante, ya que su cantidad hace que muchos se interesen, incluyendo a la prensa. Eso ya es un avance significativo. Sin embargo, el número de firmas que tiene una causa no necesariamente está directamente relacionado con una victoria“, explica Fernández Garrido, y asegura que se han conseguido victorias con pequeñas cantidades de firmas. “Lo que antes se hacía a través de manifestaciones y marchas ahora también se puede hacer mediante la web. Hay que aprovechar esa situación“, indica.
El objetivo de avaaz.org también es canalizar las peticiones para que, una vez alcanzada la cantidad de firmas necesarias, lleguen a las manos de quienes pueden hacer efectivo el cambio.
Las causas
Las causas relacionadas con la salud son algunas de las preferidas por los argentinos, y las que tienen mayor probabilidad de éxito.
Para Gastón Wright, director de campañas de change.org en la Argentina, “el uso de la plataforma está demostrando ser muy útil para destrabar obstáculos como la reparación de tomógrafos, la instalación de un equipo de aire acondicionado en una sala de de oncología en Paraná, garantizar una guardia pediátrica en una ciudad del Sur, entre muchas otras“.
Sin embargo, también existen victorias relacionadas con la firma de leyes que protegen el medioambiente en áreas determinadas, algunas que preservan espacios culturales o que prestaron ayuda en desastres naturales.