México y Estados Unidos son los dos países que, desde hace unos años, lideran los índices de obesidad en el mundo. El último informe de la FAO, con datos de hace cinco años, dice que el 31,8% de estadounidenses tiene un Índice de Masa Corporal superior a 30 frente al 32,8% de los mexicanos. En las últimas encuestas, esas cifras variaron. En 2010, el país norteamericano registró un 35,7% de personas con obesidad y, en 2012, México volvió a quedar en segundo lugar, con 32,7%.
Para la Organización Mundial de la Salud, la obesidad es la epidemia del siglo XXI y según sus informes, en 2030 puede haber en América Latina 191 millones de obesos. La cifra supone un incremento del 300% con respecto a 2005, cuando se registraba un total de 60 millones de personas que padecían dicha enfermedad. Según el documento, la mitad de los obesos del mundo se encuentran en países como China, Estados Unidos, Alemania, India, Rusia, Brasil, México, Indonesia y Turquía.
Según informa el Centro de Prevención y Control de Enfermedades estadounidense, le supone un coste anual de más de 150.000 millones de dólares. En México, el coste ronda los 70.000 millones de pesos (5.000 millones de dólares). En los últimos seis años, la diabetes se duplicó hasta los 13 millones de afectados en dicho país.
El Centro de Control y Prevención de Enfermedades ha creado campañas para promover la actividad física desde la infancia, eliminar alimentos hipercalóricos de las escuelas e implicar a los seguros sanitarios privados en el tratamiento de la enfermedad, entre otros. México, tiene un Acuerdo Nacional para la Salud Alimentaria, firmado por 15 dependencias públicas y organismos privados, que persigue como objetivos, fomentar la actividad física, aumentar la disponibilidad de agua potable, disminuir el consumo de azúcar, grasas saturadas y sodioy mejorar el etiquetado de alimentos.
La Administración de Barack Obama, por su parte, ha puesto atención en las escuelas y las formas de mejorar la dieta de los niños y su conducta hacia la comida. En los próximos meses, las escuelas estadounidenses no contarán con máquinas expendedoras que ofrezcan snacks o aperitivos con alto contenido graso.
Los refrescos tuvieron mucho que ver con la lucha contra la obesidad. En la actualidad, Coca-Cola informa de las calorías en sus envases y en las máquinas expendedoras de su producto. En México, una asociación de consumidores ha denunciado la campaña publicitaria 149 calorías por “engañar a la población”. “Las calorías vacías, en especial las provenientes del azúcar y la fructuosa, contenidas en el refresco, incrementan el riesgo de daño metabólico”.
Los restaurantes McDonald´s y las cafeterías Starbucks de EE UU, ya incluyen la información calórica en sus menúes tras un aviso por parte del Tribunal Supremo. La cadena de hamburgueserías también ha anunciado que detallará el aporte energético en sus establecimientos de México.