Según los primeros resultados de una investigación realizada a nivel mundial, la cantidad de sal que consumimos diariamente puede generar una rebelión en nuestro sistema inmune, dejándolo expuesto a la posibilidad de contraer enfermedades.
Equipos de investigadores del Hospital Brigham y de la Mujer, del Instituto Broad del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y de la Universidad de Harvard investigaron una parte del sistema inmunológico que se relaciona con enfermedades autoinmunes.
Los distintos datos ya se encuentran publicados en la revista científica Nature, donde se explica por qué este mineral puede activar una parte del sistema inmune que podría atacar el cuerpo.
Si las defensas del cuerpo cambian, los seres humanos quedan expuestos al riesgo de padecer enfermedades autoinmunes como diabetes tipo 1, artritis reumatoidea y Esclerosis Múltiple.
La predisposición a contraer estas enfermedades puede estar en los factores genéticos, pero no hay que descartar la influencia del ambiente, dicen los expertos. En relación a la Esclerosis Múltiple, una teoría indica dice que se trata de una infección viral, aunque también se cree que el cigarrillo y la falta de vitamina D aumentan las probabilidades de que aparezca la enfermedad. Con este estudio se supo que la cantidad de sal que consumimos también puede contribuir a ello.
Los expertos intentaron averiguar cómo se producen las células Th17, decisivas en la respuesta a agentes infecciosos. “Su trabajo diario consiste en aumentar la absorción de sal en el intestino”, aseguró el doctor Vijay Kuchroo, del Hospital Brigham y de la Mujer.
Y agregó: “cuando pusimos sal extra en la placa de cultivo vivimos uno de esos momentos brillantes: vimos cómo las células se convirtieron en Th17”.
A partir de experimentos con ratones que fueron alimentados con una dieta alta en sal, demostraron la propensión a desarrollar una enfermedad similar a la EM. Por su parte, en la Universidad de Yale investigaron la relación entre la sal y las células humanas. “En los modelos de la EM en ratones, aquellos alimentados con una dieta alta en sal mostraron un empeoramiento de la enfermedad“, señaló David Hafler, profesor de Inmunobiología. “Estuvimos realmente muy sorprendidos al ver el efecto profundo que tuvo un cambio de la sal en la dieta”, aclaró. Mientras los estudios continúan, los investigadores están tratando pacientes con presión arterial alta, también causada por el alto consumo de sal, para ver si encuentran una relación entre la sal y las enfermedades autoinmunes.
“Lo único que podemos hacer es informar al público lo que sabemos hasta ahora. No tenemos absolutamente ninguna recomendación, siempre hay una brecha entre el descubrimiento científico y la traducción a la medicina”, afirmó Aviv Regev, médico del Instituto Broad.