El perito de la Iglesia Católica Argentina en la problemática de las adicciones, Horacio Reyser, habló en la 99.9 sobre la aceptación y la tolerancia social en el tema drogas: “en esto somos responsables todos”, agregó.
La Iglesia Católica Argentina, ha expresado públicamente su preocupación por la forma en que los argentinos estamos tolerando la presencia de la droga entre nosotros.
Una de las caras visibles de estas expresiones es Horacio Reyser, perito de la Iglesia en la problemática de las drogas, que en la 99.9 contó: “hemos presentado un documento que titulamos “no criminalicemos al adicto”. Lo hacemos ahora porque los 26 de junio, la Organización de la Naciones Unidas lo ha instituido como el Día Mundial de Lucha contra las Drogas para llamar a la comunidad a tomar conciencia de la gravedad de este problema”.
Los problemas sociales que hay detrás del avance de las drogas en el país, son evidentes y por eso, refirió que “muchas veces cuando se habla de la drogodependencia y la despenalización, lo que se hace es concentrarse en la última etapa del proceso de las adicciones. Nosotros creemos que la criminalización empieza mucho antes, cuando hay una sociedad que a nuestros chicos y jóvenes no les da el marco adecuado para su crecimiento a través de promoción de estilos de vida y valores que realmente hagan que su vida tenga sentido”.
Como consecuencia de esas carencias, empiezan los verdaderos inconvenientes: “cuando esto ocurre en los sectores más vulnerables, lleva a los chicos a la marginalidad que a su vez los lleva cerca del delito. Esto es un proceso social. La sociedad tolera cada vez más el consumo de drogas porque con una promoción falsa del consumo te hacen creer que un porro no te hace nada, vamos generando en todos una conciencia distorsionada de lo que significa el consumo de drogas”, destacó Reyser.
La necesidad de obtener todo de manera inmediata también es un factor determinante, según la opinión del perito: “cuando la tolerancia es más grande en una sociedad que buscan placeres superficiales y donde el sacrificio y el dolor parecen no tener sentido como componente fundamental en el crecimiento de una persona, ante la menor dificultad quieren evadirse de eso y aparece la droga. El sinónimo de droga es “lo quiero y lo quiero ya”, sin esfuerzo ni sacrificio”.
Lejos de marcar a una parte de la sociedad como culpable de que esto sucede, Reyser indicó que “esto no es un problema de un sector, es de todos, cada uno de nosotros tiene su responsabilidad para crear un contexto social donde la sustancia no sea protagonista. Lo que debemos preguntarnos es por qué se droga la gente”.
Lo que más preocupa hoy es el nivel de tolerancia que ha levantado su umbral en el tema drogas: “la tolerancia social se da cuando la sociedad banaliza el consumo y se cree que puede formar parte de un contexto social donde se comparten otras cosas. Eso es lo más grave de todo”, puntualizó.
Reyser pidió, por último, que “cuando enviamos mensajes turbios a los chicos, los estamos confundiendo. Debemos decir que no es cierto que la droga no hace nada, sino que provoca cambios en tu vida. Hay que apelar al sentido humano de cada uno, porque en los adultos reside el futuro que le dejamos a los chicos, en esto somos responsables todos”, concluyó.