Los policías venezolano también son víctimas de la inseguridad. Sólo en 2012, murió más de un oficial por día. El clima de violencia cotidiana y la impunidad con la que los delincuentes atacan a las fuerzas de seguridad, ya es moneda corriente.Para evitar esta situación, los policías dan recompensas por los reportes de la prensa que hablan de cárceles en las que se ha puesto precio a la vida de algún agente. Sólo en la región metropolitana de Caracas, la cifra de policías que han sufrido incidentes violentos superó el centenar.
Casi siempre resultan víctimas de asaltos fuera de su horario de trabajo. Los incidentes que se producen en horas de servicio tienen como objetivo el robo de armas. En estas circunstancias, cada fuerza de seguridad tiene la orden de permanecer alerta, incluso estando fuera de servicio.
Las fuentes policiales consultadas coinciden en que, con la situación que viven, es fundamental que no patrullen solos. Pero claro, como comentó un agente: “cuando uno entrega el servicio ahí, se va solo para la casa y entonces es hay que permanecer más alerta“.
El comisario Elisio Guzmán, director de la Policía Estatal de Miranda, explicó que según la ley venezolana, un agente lo es las 24 horas del día y debe permanecer constantemente en alerta, incluso cuando no está de servicio. Cuando están trabajando, la instrucción es nunca estar solo.
“Lo mejor es prohibirle a los funcionarios la prestación de servicios en solitario. Nosotros tenemos zonas como Petare, donde nuestras patrullas están conformadas por lo menos por cinco hombres, para que se puedan defender. En otros lugares son suficientes dos hombres“, explicó el comisario a BBC Mundo.
Por su parte, el comisario Manuel Furelos, director de la Policía Municipal de Sucre, uno de los cinco municipios de Caracas, calificó el fenómeno de “fortuito”. Y según él, no ocurre por el arma de fuego. “El patrón no es robarles el arma, esos son casos muy específicos. Son una víctima más. Cuando los delincuentes se dan cuenta de que los oficiales poseen un arma, se la sustraen y se menciona en los medios, ya que es parte del botín“, aseguró.
“Esta situación es consecuencia de la impunidad. Es muy pequeño el porcentaje de los casos en que se enjuicia a la persona y hay sentencia firme. Esa impunidad ha traído un libertinaje tal que los delincuentes se den el lujo de matar“, opina Furelos.
En Venezuela, aún queda sin resolver el 90% de los homicidios. Sin embargo, los casos de policías muertos tienden a tener un porcentaje de solución “un poco más alta”.
“El problema de la inseguridad no se resuelve con más policías”, dijo el ministro del ramo, Néstor Reverol. Y en línea con lo argumentado por el gobierno en los últimos años, consideró que la prevención es fundamental, antes que la represión.
Según Briceño, los resultados del gobierno son negativos, “las políticas públicas se miden por resultados y tenemos 14 años en que pasamos de 4.550 a 21.600 homicidios; no hay resultados“.
“La política oficial de no reprimir ha llevado a que ante la muerte de un policía y la previsibilidad de la impunidad, se emprendan actuaciones ilegales“, destacó el analista.