La endocrinóloga Carme Valls Llobet es investigadora de enfermedades de la mujer en el Centro de Análisis y Programas Sanitarios de Barcelona. Es uno de los referentes en el debate por la aplicación de la vacuna contra el HPV.
La endocrinóloga Carme Valls Llobet, investigadora de enfermedades de la mujer en el Centro de Análisis y Programas Sanitarios de Barcelona, intervino en la polémica sobre la aplicación de la vacuna contra el virus del papiloma humano. Confirma que hay peligro de efectos secundarios graves, por ejemplo, en el sistema nervioso central. La vacuna se distribuye en Colombia para niñas de 9 a 17 años.
¿Cuál es su opinión sobre una vacuna cuyo uso se ha generalizado en niñas y jóvenes de Colombia y otros países: la que eliminaría el riesgo de contraer el virus del papiloma humano, VPH (infección de transmisión sexual causante del cáncer de cuello uterino)?
Trabajo en una organización científica sin ánimo de lucro que se llama Centro de Análisis y Programas Sanitarios (CAPS), en Barcelona. Cuando salió la vacuna, lo primero que nos preguntamos en el Centro fue si había evidencia científica de que curaba el cáncer de cérvix, para justificar una inversión de $400 euros por dosis, por cada niña de cada población. La respuesta hasta el momento es que nadie ha demostrado que eso sea cierto. Sin embargo, esa vacuna se está aplicando en muchas partes del mundo hace 6 o 7 años. Después, vino un segundo problema: el cáncer de cérvix (cuello uterino) no produce anticuerpos en sangre como los que generan las enfermedades contagiosas. El virus del papiloma es de piel, por tanto, no genera anticuerpos; y para hacer una vacuna contra ese virus, le tenían que poner un elemento que hiciera que el cuerpo los fabricara.
Y, ¿en qué consiste el problema?
En que hicieron la vacuna con aluminio para crear anticuerpos, pero este elemento produce efectos secundarios ¿Cuáles efectos? Según a quién se la apliquen y dependiendo de su sistema inmunológico, se pueden generar enfermedades autoinmunes. Nadie advirtió que se tuviera que hacer un análisis previo de la niña que iba a ponerse la vacuna. Como sabemos que no todo el mundo tiene las mismas condiciones, ha habido efectos adversos en algunas jóvenes. Por ejemplo, el síndrome de Guillain-Barré, que paraliza el cuerpo. Las reacciones alérgicas serían pasajeras, pero si se desarrolla una enfermedad autoinmune severa puede afectarse el sistema nervioso central. Y eso sí es grave.
¿Hay casos en que hayan ocurrido problemas delicados de salud por la vacuna?
En España conocemos casos de niñas que han hecho convulsiones y epilepsia y que han entrado en coma después de la aplicación. Cualquier médico sabe que una vacuna puede producir encefalitis y mortalidad en una probabilidad baja de una en cada millón de habitantes, pero esta VPH está dando más problemas que las demás, sobre todo en la segunda dosis.
Cuando se toma una decisión de política pública en salud sobre vacunas, como ha ocurrido con esta VPH en Colombia, no es fácil echar para atrás la medida, porque la inversión económica es cuantiosa.
Es cierto. El problema es que como es tan cara y ha sido una política de salud pública darla, ahora nadie sabe cómo retirarla. Multiplique 400 euros por niña de 10 años en todas las poblaciones y añada que se distribuye gratuitamente, a un costo enorme para los Estados que invirtieron en ella.
¿Es verdad que, no obstante el problema económico, varios países están pensando en retirar la vacuna?
En enero de este año, Japón organizó un congreso sobre el tema con expertos mundiales que están investigando a raíz de que en Canadá hubo tres muertes. La investigación sobre estos casos concluyó que el complejo aluminio-vacuna produjo encefalitis. Después, ha habido casos de niñas que han quedado con insuficiencia ovárica posterior a la aplicación de la vacuna, es decir que han quedado menopáusicas a los 20 años. En España hay dos casos. En Estados Unidos, hay un grupo especializado que tiene recopiladas las muertes por efectos secundarios de la VPH.
¿Han dejado de aplicar la vacuna en esas naciones?
Sí. Japón ha decidido no vacunar, no recomendar la vacuna y no pagarla. India, donde ha habido problemas de mortalidad desde el año 2010, optó por no pagarla y por revisar su política al respecto. Y Francia, que hizo un congreso reciente en el Senado, afirmó que no debía pagarse con dinero público y que no la recomendaría. Esta discusión interna está en todos los servicios de sanidad del mundo. Añado que en Alemania, el mismo profesor que recomendó la VPH al principio, ahora está planteando que no ha debido aplicarse, también por otra razón científica: la vacuna solo cubre dos cepas de las que producen cáncer de cérvix y hay 17 cepas que la pueden provocar.
Es decir, ¿tampoco es eficiente para evitar el cáncer de cérvix?
Es eficiente para las dos cepas porque es capaz de producir una inmunidad muy alta, pero no sucede lo mismo con las 15 restantes. Por tanto, no pueden asegurarnos que no habrá ningún tipo de cáncer de cérvix.
En conclusión, ¿usted recomendaría no poner la vacuna?
Eso es lo que recomendamos, aunque sabemos que no puede bajarse la guardia para prevenir el cáncer de cérvix. La única manera científica que va bien para la prevención, por el momento, es la de las citologías vaginales. Y con el dinero que se gasta en la vacuna, sería mucho mejor que se fortalecieran los programas que las incentivan para que las mujeres se la hagan periódicamente.
Ponerse la vacuna contra el virus de papiloma humano, ¿podría inocular cáncer?
No. El cáncer no funciona así. Pero insisto en que los efectos secundarios sobre el sistema neurológico, son delicados.
¿Esos efectos se producen de manera inmediata o mucho tiempo después de aplicada la vacuna?
Por lo que hemos visto, de un mes a seis meses después. En consecuencia, el seguimiento a las niñas debe realizarse en ese periodo. También sabemos, como le dije, que se presentan muchos efectos en la segunda dosis. Ahora, hay que advertir que no todas las vacunadas padecen efectos secundarios. No hay que asustar a la gente sino prevenirla. Adicionalmente, a las jóvenes que aseguran que se les presentaron efectos secundarios, se les ha de examinar y reconocer que sí tienen relación con la vacuna.
Usted es especialista en medicina interna y endocrinología, ¿por qué se dedicó a estudiar solamente enfermedades de mujeres?
Porque cuando empecé a trabajar en asistencia sanitaria, me di cuenta de que había mayor frecuencia de algunas enfermedades en mujeres que en hombres como diabetes y enfermedades tiroideas, y en las consultas, las mujeres se quejaban permanentemente de dolor y cansancio. Eso no sucedía con los pacientes hombres. Por tanto, me interesé en analizar cómo y por qué tenían ocurrencia.
¿Por qué las mujeres se quejan de cansancio y dolor con mayor frecuencia que los hombres?
Porque hay una diferencia esencial en la vida biológica de hombres y mujeres: la aparición de la menstruación a partir de los 10 u 11 años. La pérdida de sangre cada mes favorece la anemia y la carencia de hierro. La anemia se evita si se come bien, pero la falta de hierro está apareciendo en el 75% de mujeres en edad reproductiva. Es un porcentaje muy alto. Esa condición explica parte del cansancio. Y hay otros problemas que pueden presentarse de manera predominante en el cuerpo femenino: las enfermedades autoinmunes.
¿Qué significa el término “autoinmune”?
Quiere decir “células del cuerpo que atacan el propio cuerpo”. La mujer tiene muchas defensas contra las infecciones. Esto es buena noticia. Pero, a veces, el cuerpo nos juega una mala pasada. Por ejemplo, cuando algunas células atacan la tiroides y producen la tiroiditis autoinmune; o atacan alguna articulación y conducen a desarrollar artritis. Este tipo de enfermedades también genera cansancio. Las enfermedades autoinmunes son de predominio femenino, de tal magnitud que la proporción es de 50 mujeres por 1 hombre que las padece.
La carencia de hierro, ¿qué daños biológicos produce?
Caída del cabello, uñas quebradizas y abiertas en capas, sensación de frío en manos y pies, pérdida de memoria y capacidad de concentración, cabeza abotagada, dificultad de subir cuestas o sensación de disnea (dificultad de respirar) cuando se tiene que hacer un esfuerzo físico importante.
¿No se han analizado con suficiencia los efectos del periodo menstrual en la salud general de las mujeres?
Ese tema ha sido tabú no solo en la vida social sino también en la medicina. No se podía hablar de menstruación porque era inapropiado. Había, además, muchas creencias culturales sobre esos días: las mujeres en periodo menstrual “atacaban” las cosechas, “alteraban” el vino, dañaban las salsas si las tocaban o las miraban. Esos prejuicios no son tan exóticos. La reacción social a este mecanismo natural del que depende la vida futura de los seres humanos, es la de “castigar” a quienes tienen menstruación de tal forma que en la mente de muchas mujeres se produce una carga psicológica que aumenta su estrés social y personal. Añada los problemas medio ambientales, y con esto me refiero al hecho de que en la época actual hay mayor presencia de hormonas y disrruptores endocrinos en el agua, en el aire y en los alimentos.
¿Con cuáles efectos en el cuerpo femenino?
Las mujeres desarrollan menstruaciones más abundantes y prolongadas por exceso de estrógenos. Por esta razón, también está aumentando la incidencia de la anemia y del cáncer de mama. Este trastorno va a condicionar cambios importantes que deberíamos atender para poder dar diagnósticos correctos y que la solución no se limite a recomendar el uso de anticonceptivos o de terapia hormonal, porque aumentan los riesgos. Existe ahora una fuerte tendencia a medicalizar la vida de las mujeres, y pocos parecemos preocupados por las consecuencias.
Usted menciona la forma peyorativa en que se trata el tema de la menstruación. Una muy común es la de creer e incluso decir que cuando una mujer se molesta por algún incidente, es porque “está con la regla” ¿Ese prejuicio corresponde una condición biológica real?
Realmente, días antes de la menstruación, algunas mujeres sufren síndrome premenstrual porque tienen una disociación de las hormonas, o sea, una alteración endocrina. Entonces se puede producir mal humor, ansiedad y una sensación de desazón. El síndrome premenstrual es un problema neuroendocrino que tiene tratamiento equilibrando el ciclo.
Para usted, ¿es bueno o es malo tomar anticonceptivos?
Hay veces que es necesario tomarlos, pero no más de cinco años. Se han empezado a ver correlaciones entre el uso de anticonceptivos y la aparición precoz del cáncer de mama, antes de la menopausia. Tenemos unos meta-análisis (comparación de varios análisis) de la Clínica Mayo con 34 estudios que verifican estas tendencias. Los anticonceptivos sirvieron en un momento determinado con fines de planificación familiar, pero con lo que sabemos hoy sobre sus efectos por un lado; y por el otro, sobre la cantidad de enfermedades de transmisión sexual que existe, recomendamos la utilización del preservativo. Si se trata de evitar un embarazo, no tenemos por ahora otras técnicas que poner una barrera.
¿Existen otros efectos por el uso de anticonceptivos?
Quienes los toman diariamente tienen pocas vitaminas en el cuerpo, porque los anticonceptivos no permiten que el intestino absorba bien las que vienen en los alimentos. A veces, alteran la función tiroidea y favorecen las enfermedades autoinmunes, y es bueno insistir en que como producen efecto de hiper-estrogenismo, siempre acaban teniendo una cierta relación con el cáncer de mama.
¿La terapia de sustitución hormonal, ¿tiene los mismos efectos que los anticonceptivos y también inciden en la aparición del cáncer?
Sí. Un estudio muy famoso realizado en Estados Unidos en los años ’90, “Women Health Initiative”, que se hizo con 100.000 mujeres, comparó las que tomaban terapia hormonal en dosis altas con otras que tomaban calcio y con otras que solo cantaban, bailaban y hacían ejercicio. Después de unos años, se encontró que el grupo más afectado con cáncer de mama era el de la terapia hormonal. Esto motivó a que Estados Unidos dejara de formular 60 millones de prescripciones anuales y pasara a 20. Como resultado, por primera vez en la historia disminuyó la incidencia del cáncer de mama. La conclusión fue que había una relación directa entre la terapia hormonal y la aparición de la enfermedad.
Y, ¿qué pueden hacer, entonces, las personas que necesitan la terapia hormonal no solo por la edad sino por cirugías en el aparato reproductor?
Las personas que han sido operadas por alguna enfermedad y a quienes les han extraído precozmente los ovarios, pueden tomar terapia durante un tiempo hasta equilibrarse. El problema surge cuando se piensa que las hormonas van a resolverlo todo. Y, en cambio, se descuida el estudio de otras carencias en la etapa de la menopausia; por ejemplo, las metabólicas, la falta de vitamina D y la falta de calcio, que condicionan la vida de los huesos mucho más que la terapia hormonal.
¿Nunca se debería tomar terapia de sustitución hormonal?
En dosis muy bajas se podría permitir cuando las sofocaciones (producidas por la menopausia) son muy intensas.
Para evitar el cáncer de mama y otros efectos provocados por los anticonceptivos o por la terapia hormonal, ¿sirve suspender su ingesta durante unos meses para volverlos a tomar después o este paso es inútil?
El medio ambiente está lleno de productos como los hidrocarburos derivados de los vehículos que limitan el efecto de los estrógenos en el cuerpo; la mayoría de los insecticidas dan el mismo resultado, y otros tantos productos. Por esa razón, cada día hay mayor esterilidad masculina y femenina en las sociedades industrializadas. En los hombres disminuye el número de espermatozoides, con lo cual aumentamos la esterilidad masculina y femenina. En Europa, los espermatozoides por persona han disminuido, en los últimos 26 años, de 80 millones por c.c. a 40 con formas no móviles. Si a estas incidencias del medio ambiente le sumamos que la mujer ha de tomar hormonas toda su vida (de joven, los anticonceptivos; y de mayor, la terapia de sustitución por la menopausia), estamos aumentando nuevos riesgos a su vida.
La mujer moderna trabaja en la calle y también en la noche, al llegar a su casa. Ese doble rol, ¿incide en su salud?
Claro: enfermedades que producen estrés físico y mental. Las hormonas y las glándulas suprarrenales se “levantan” con el sol y se “van a dormir” cuando oscurece. Si de noche las mujeres realizan otra jornada, las hormonas y las glándulas continúan trabajando. Esto produce alteraciones en el sueño, sensación de ansiedad, taquicardia, porque no se duerme bien y dolor muscular, especialmente en la espalda y detrás del cuello. También se presenta colon irritable por el hecho de que se produce más adrenalina. Se ha comprobado que cuando los hombres tienen que hacer la doble jornada, padecen la misma patología.
Muchas niñas jóvenes toman hoy la opción de la comida vegetariana, ¿este tipo de alimentación produce más enfermedades o menos?
La alimentación vegetariana, si se hace bien equilibrada y sin dedicarse a comer únicamente pasta, produce un fenómeno que ha sido muy bien estudiado por la famosa endocrinóloga Jerilynn Prior en Vancouver, Canadá. Curiosamente, ella encontró que las vegetarianas sangran un poco menos en las menstruaciones, con lo cual no necesitan tanta proteína. Si está bien balanceada, se comen frutos secos que compensan las proteínas, frutas, vegetales, etc., no es dañina para la salud. Pero hay que tener en cuenta que la alimentación vegetariana pura siempre tiene carencia de vitamina B12, que tiene 4 aminoácidos esenciales. Entonces, los vegetarianos puros deben toman suplementos para obtener la vitamina B12, necesaria para prevenir anemias.
¿Hay suplementos vitamínicos para sustituir ciertas comidas?
Esa es una moda comercial. Muchas personas compran bolsas enteras de suplementos vitamínicos en pastillas, se las toman, pero carecen, por ejemplo, de zinc, de vitamina D y de otras. Sería mejor comer bien y equilibradamente.
¿Cuál es la mejor fuente natural de vitaminas?
Las frutas y las verduras. Un estudio reciente demostró que quienes comen fruta y verdura constituyen el grupo con menor mortalidad y menor morbilidad avanzada.
¿Efectos secundarios de la vacuna?
Según la Liga Colombiana contra el Cáncer, seis mujeres mueren diariamente en el país por cáncer del cuello uterino, provocado por el virus del papiloma humano, una enfermedad de transmisión sexual. Significa que cerca de 300 mil personas fallecen al año por ese tipo de cáncer, segunda causa de pérdidas de vidas femeninas después del de mama. En el Congreso de la República se tramitaron varios proyectos para que el Estado distribuyera gratuitamente e incentivara la aplicación de una vacuna que se viene usando en el mundo en años recientes, y que sería útil para evitar contraer el mal. El año pasado, finalmente, se aprobó la ley; y desde entonces ha habido jornadas masivas en toda la nación para que niñas de 9 años en adelante y adolescentes hasta los 17 o 18 años se pongan dos dosis de la vacuna. Pero, simultáneamente, viene creciendo una polémica sobre los efectos secundarios que produciría la vacuna, sobre todo en su segunda dosis. Atacaría, en el peor de los casos, el sistema nervioso central, con enfermedades como la Guillian-Barré, que paraliza el cuerpo. La semana pasada, varios padres de familia del municipio de Carmen de Bolívar (Bol.) protestaron porque después de la aplicación de la vacuna, algunas niñas se habrían desmayado y habrían tenido otros síntomas adversos.
Ojo con cosméticos con parabeno
La doctora Carme Valls Llobet es especialista en medicina interna y endocrinología y lleva varios años investigando por qué hay mayor frecuencia de ocurrencia de ciertas enfermedades en las mujeres que en los hombres.
¿Es cierto que los cosméticos pueden ser peligrosos para la salud de las mujeres?
Sí. Algunos cosméticos que usan las mujeres contienen una sustancia que se llama parabeno. Ese químico limita el efecto del estrógeno, con lo cual se incrementa el riesgo de contraer cáncer de mama. Paradójicamente, el cáncer de mama se ha posicionado más en la clase alta o de mayor poder adquisitivo porque puede comprar más productos perjudiciales.
¿Para qué se usa el parabeno?
Para que una crema espese y no quede con consistencia acuosa. Una investigadora del Reino Unido, estudiando cómo se habían afectado los ganglios de la axila de las mujeres que tenían cáncer de mama, encontró que usaban cremas hidratantes corporales. Las examinó y encontró el componente que resultó cancerígeno. Ahora hay una controversia internacional porque a las casas de cosméticos les cuesta mucho cambiar sus estrategias comerciales. Por eso recomendamos a quienes tienen familiares directas que hayan padecido cáncer de mama, que no usen este tipo de productos.