Desde que Lance Armstrong reconoció que había consumido drogas para mejorar sus logros deportivos, no sólo perdió los siete Tours de France, sino que además destruyó sus negocios y hasta su reputación como deportista.
Sergio Roitberg, en una nota publicada en Infobae, analizó el momento que está pasando el deportista más ganador del ciclismo mundial, Lance Armstrong, que gracias a una serie de mentiras, se estima que hasta el momento ha perdido 150 millones de dólares e incluso las marcas con las cuales tenía contratos importantes le dieron la espalda.
Con Nike, tenía un contrato de más de 40 millones de dólares, y al igual que Trek Bicycle, la cervecera Anheuser-Busch InBe, Oakley y Radio Shack, dejaron a un lado sus negocios con Armstrong.
Si bien varias de las más importantes compañías del mundo habían amenazado con retirarle su sponsoreo, aún lo seguían apoyando, hasta el momento en el que el mismo deportista le confesó a Oprah que si no se hubiera dopado no habría podido ganar los siete Tour de France.
Pero la sociedad y el poder de las redes sociales evolucionaron de manera tal que la opinión ha llegado a tener mucho poder. Y eso perjudicó sobremanera a Armstrong. La participación de millones de usuarios en redes sociales, sus comentarios e interacciones con las marcas han hecho estragos en este últimos tiempo, y uno de los ejemplos más claros fue el de Nike, que siguió apoyando a Tiger Woods, aún cuando fue protagonista de un escándalo sexual. Por ello perdió 105 mil clientes, que no soportaron una condena de la marca hacia el golfista.
Por eso con Armstrong tomaron una decisión más contundente: le retiraron todos sus beneficios.