La controversia por la violencia policial se aviva ahora fuertemente en Nueva York y, en consecuencia, se ha trasladado la polémica a todo el país.
Los abuelos acuden con sus nietos. Activistas experimentados marchan junto a recién llegados. Y negros y latinos gritan consignas junto a blancos.
En la ciudad de Nueva York y en muchas otras de todo el país miles y miles de personas muy diversas pero unidas por el rechazo a la decisión de un jurado investigador de no acusar a un policía blanco por la muerte por asfixia de un hombre negro desarmado, tomaron las calles por segunda noche consecutiva.
“Estamos en estado de sitio y esto tiene que parar”, dijo una residente en el vecindario neoyorquino de Harlem, Judy Edwards, en una manifestación el jueves por la noche en la plaza Foley del bajo Manhattan, rodeada por tribunales y otros edificios oficiales.
La mujer negra de 61 años estaba acompañada por su hija y sus nietos gemelos, un niño y una niña, de 10 años. Dijo que para ella era importante que que los niños viesen una multitud de varias razas y diversa en muchos otros aspectos insistiendo todos en el mismo tema — en que hay que hacer algo.
Este fue el mensaje también en otras ciudades de Estados Unidos: Atlanta, Boston, Chicago, Denver, Detroit, Minneapolis y Washington D.C., entre ellas. Manifestantes con pancartas y gritando lemas marcharon por calles concurridas y cortaron autovías y puentes. Los políticos hablaron sobre la necesidad de una mejor formación de los policías, cámaras corporales y cambios en los procesos de los jurados investigadores para recuperar la confianza en el sistema legal.
En Nueva York, el alcalde Bill de Blasio — acusado por los sindicatos de policía de no apoyar a sus miembros — esbozó planes ya anunciados antes para enseñar a los agentes a comunicarse mejor con la gente en la calle.
El presidente Barack Obama también intervino en el debate diciendo que unas de las principales cuestiones en jugo era “asegurar que la gente confía en la policía y en las fuerzas del orden y en que los fiscales sirven a todos por igual”.
Pero el congresista Peter King, republican por Nueva York, dijo a la Associated Press: “La comunidad negra no tiene derecho a estar molesta por la decisión. Si le hubiese ocurrido a una persona blanca (la decisión) habría sido la misma”.
La tensión ya era alta después de que la semana pasada otro jurado instructor decidiese no acusar a un policía por disparar y matar al joven de 18 años Michael Brown en Ferguson, Missouri. Y entonces el miércoles se hizo público que el agente Daniel Pantaleo no sería procesado por la muerte por asfixia de Eric Garner. En ambos casos, los policías eran blancos y las víctimas negras.
En Nueva York, los manifestantes volvieron a centrarse el jueves en las principales vías de tránsito de la ciudad. Se congregaron cerca del túnel Holland, el puente de Manhattan y la autopista del Westside, cerrándolos temporalmente. Uno de los grupos se reunión en la terminal de transbordadores de Staten Island. Las autoridades dijeron que se habían producido arrestos.
Activistas en Nueva Orleáns protestaron tumbándose en el suelo durante un espectáculo de luces navideñas y la policía intervino para separarlos de los espectadores, algunos de los cuales les gritaron.
En Chicago, cientos de manifestantes bloquearon Lake Shore Drive antes de ver cómo se frustraban sus esfuerzos para trasladarse a Soldier Field, donde se enfrentaban los Bears de Chicago y los Cowboys de Dallas.
En Washington, los descontentos se reunieron frente al Departamento de Justicia y marcharon hacia el Ellipse donde cientos de personas — incluyendo el presidente y su familia — celebraron el encendido del árbol de Navidad nacional. Una segunda manifestación fue desde la sede de la policía del distrito al ayuntamiento, donde siguen los restos del ex alcalde de D.C. Marion Barry.
En una rueda de prensa celebrada en Nueva York el jueves, tras una noche de protestas que terminó con 83 arrestos, el reverendo Al Sharpton dijo que el sistema de jurado instructor a nivel estatal está “roto” en lo que se refiere a los casos de brutalidad policial e instó a las autoridades federales a arreglarlo.
“El gobierno federal debe hacer en el siglo XXI lo que hizo a mediados del siglo XX”, dijo. “La intervención federal debe producirse ahora y proteger a la gente de los grandes jurados estatales”.
Pero Stuart London, el abogado de Pantaleo, expresó el jueves su confianza en que su cliente no se enfrente a un juicio federal. “Hay pautas muy específicas que no se cumplen en este caso”, dijo London. “Este es un encuentro normal en la calle. No se sale de los parámetros”.