Las víctimas de la masacre en San Bernardino

Un total de 14 personas perdieron la vida la mañana del miércoles, y otras 21 permanecen hospitalizados.

ofrendas-a-las-victimas-de-San-BernardinoLas autoridades de San Bernardino y algunos familiares de las víctimas aún no comprenden cómo es que un compañero, y padre de una bebé de 6 meses, mató a sangre fría a sus compañeros de trabajo la mañana del miércoles.
El supuesto asesino, Syed Rizwan Farook, de 28 años, era inspector de restaurantes del Departamento de Salud Pública de San Bernardino.
Éste, junto con su esposa, Tashfeen Malik, de 27, mató a sus compañeros de trabajo durante la fiesta navideña que se llevaba a cabo en el centro de servicios para personas con discapacidades Inland Regional Center. Según las autoridades, Farook y su esposa entraron con ametralladoras a la reunión y abrieron fuego inmediatamente.
Dejaron un saldo de 14 muertos y 21 heridos, quienes aún luchan por su vida en hospitales del Condado.
Y mientras el FBI trabaja de manera cautelosa para descifrar el motivo detrás del ataque, los nombres de las víctimas comienzan a salir a la luz.

Michael Wetzel

Entre las víctimas confirmadas está Michael Wetzel, supervisor de la División Ambiental del Departamento de Salud Pública del Condado de San Bernardino, quien era padre de seis menores de edad.
Su esposa Renee Wetzel, quien es parte de la comunidad del sitio Lil Mamas, escribió a sus colegas “Oren por favor. Mi esposo estaba en la reunión [en San Bernardino] y un tirador entró. Hay múltiples personas muertas/heridas. No he podido localizarlo”.
Ocho horas después del tiroteo que inició alrededor de las 11 a.m. el pasado miércoles, ella se enteró que su esposo fue una de las víctimas mortales.
En el sitio youcaring.com se lanzó una campaña en apoyo a la familia Wetzel.

Damian Meins

Otra de las víctimas mortales de la masacre ha sido identificado como Damian Meins, empleado del mismo departamento en el que trabajaba Wetzel y esposo de la directora de la escuela católica Sacred Heart en Rancho Cucamonga.
Meins tenía 58 años de edad, residía en Riverside junto a su familia y había trabajado para el Condado de Riverside por 28 años antes de jubilarse en el 2010.
El superintendente de las escuelas de la Diócesis de San Bernardino pidió a través de un correo electrónico que se unan a las oraciones para ayudar la familia Meins.

Heridos

Julie Paez

Nick Paez, hijo de Julie Paez, también inspectora de restaurantes del Condado de San Bernardino, dijo en su página de Facebook que su madre estuvo cuatro horas en la sala de operaciones y que finalmente se encuentra en condición estable.
De acuerdo con sus familiares, Paez recibió un balazo en la parte superior de una pierna y otro en el abdomen. Actualmente se encuentra en el Hospital Loma Linda University.
Durante la fiesta de fin de año, Paez hubiése recibido el reconocimiento como “Mejor Empleada del Año” y según dijeron seres queridos, ella había felicitado al supuesto asesino por el nacimiento de su bebé.

Hablan amigos de las víctimas

Belinda Malone describe a Damián Meins, una de las víctimas del tiroteo de San Bernardino, como una persona gentil y siempre dispuesto a ayudar a los demás.
Lo conoció a través de su esposa, quien es directora de la escuela Sacred Heart en Rancho Cucamonga. Meins, de 58 años y quien vivía en Riverside, era empleado del Departamento de Salud Ambiental del condado de San Bernardino.
Los hijos de Malone y Meins eran además compañeros en la escuela primaria St. Catherine of Alexandria, en Riverside.
“Era una persona muy amable, amorosa, gentil, alguien que siempre estaba dispuesta a ayudarte”, expresó Malone antes de ingresar al estadio San Manuel, en San Bernardino, donde este jueves por la tarde se realizó una vigilia en honor a las 14 victimas.
“Estoy pasmada, es increíble que esto pase”, dijo Malone. “Pareciera como si fuera algo irreal y sentía que debía venir a la vigilia no sólo para apoyar a la familia Meins sino a todas las demás familias que perdieron a un ser querido y por los que se recuperan en los hospitales”, agregó.
Visiblemente afectada por el suceso entró al estadio Paula Ready, una empleada del condado de San Bernardino que dijo conocía a por lo menos la mitad de los asesinados.
“Conozco a la mitad de las victimas. Es una verdadera tragedia, por eso decidí venir, para mostrar mi apoyo a las familias”.