La capacitadora y consultora en temas de educación, Laura Lewin, se refirió en la 99.9 al vínculo de los padres con sus hijos en torno a los hechos violentos que desencadenaron en la muerte de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell: “tenemos que replantearnos que pasa con los valores, que les estamos trasmitiendo a los chicos”; indicó.
La muerte de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell a manos de un grupo de jóvenes, ha desatado una discusión sobre lo que los jóvenes piensan y hacen en determinadas situaciones y porque se generan este tipo de hechos.
La autora, capacitadora y consultora en temas de educación Laura Lewin, brindó su mirada a través de la 99.9: “cuando pensamos en lo que ha pasado tenemos que preguntarnos donde estamos como sociedad. Los testigos pasivos que no se meten y se ponen a sacar fotos o filmar. Es un tema que debemos tratar con más seriedad primero en casa y en el colegio también. Tenemos que asumir que somos todos diferentes y debemos asumirlo para no tener diferencias clasistas o sexistas. El manejo de la ira, la frustración y el enojo debe existir, hay una falta de autoregulación”, indicó.
Empezar a trabajar como padres y sociedad en lo que los chicos reciben a diario, es una tarea que parece pendiente: “tenemos que replantearnos que pasa con los valores y que les estamos transmitiendo. Los adolescentes tienen la necesidad de formar parte de los grupos, pero ahí tiene que aparecer la personalidad para inhibir un comportamiento que le hace mal al otro”.
Hay otro dato significativo en el caso de Báez Sosa que es la forma en que se pusieron de acuerdo para culpar a un inocente: “nunca tomaron conciencia de lo que había pasado porque seguían en la pavada poniendo de culpable a otra persona. Había un tema de Bullying porque no era la primera vez que lo hacían con este chico. Esto se trata también de la mirada del otro, porque hay una hinchada en el video y ese es un problema porque lo hacen para que el otro lo festeje y lo vea. Si hay algo que faltó fue la empatía”.
La prohibición del alcohol no es más que una medida política de corto plazo que mucho no servirá porque se debe abordar la responsabilidad de los padres al poner límites: “cuando ponés una prohibición alguien encontrará la vuelta, si no se puede comprar bebida afuera, harán una previa en casa. Hay que trabajar las habilidades socio-emocionales en casa y en el colegio porque son cosas que se deben trabajar en la escuela también. Como padres no podemos olvidarnos que hay papás que por hacerse el canchero autoriza previas en las casas de chicos de 14 años autorizando el alcohol”.
Las familias como tales han cambiado desde su concepción hasta su concepto y para Lewin es importante que se de el diálogo constante: “la familia también tiene cambios importantes. La influencia en los niños la perdés cuando perdés la conexión. Con los celulares estamos tan conectados que nos desconectamos entre nosotros. No hay conversaciones en casa, se cena rápido para seguir haciendo cosas con los dispositivos móviles. Esta tragedia es una emergente para que todos aprovechemos para hablar con nuestros hijos de las diferencias y de las necesidades que tienen”, finalizó.