Fue en el marco de un complejo proceso que incluyó juicios y un fallo polémico que consideró atenuante la psicopatía.
Era conocido como “el sátiro de los edificios”. Su perfil indicaba que tenía una personalidad “psicópata” y “perversa”. Y su derrotero criminal incluyó múltiples ataques sexuales que derivaron en un verdadero laberinto judicial de juicios, condenas y fallos sucesivos, que desembocaron en la resolución por la que el pasado 15 de marzo de 2013 obtuvo el beneficio de las salidas transitorias.
Ese era Alberto Fabián Salas (47), el violador serial de 47 años que ayer a la tarde intentó el que fue su último ataque, en un edificio de 5 entre 47 y 48, donde lo mató a tiros una policía de 27 años, que se defendió en su departamento.
Salas siempre actuaba bajo la misma modalidad: el imputado interceptaba a las mujeres en edificios de La Plata, las amenazaba con un arma, abusaba de ellas, las obligaba a lavar su ropa interior y finalmente les robada el dinero que tenían encima.
El proceso que lo llevó a estar tras las rejas tuvo ribetes de lo más increíble: hasta incluyó a un estudiante de Ingeniería, Silvio Herrera, y a un mozo de apellido Nievas que estuvieron detenidos por su parecido físico con el sospechoso. Ambos injustamente acusados.
A ellos les imputaban los ataques que Salas había cometido, y uno estuvo a punto de ser llevado a juicio oral, hasta que finalmente la detención de Salas y un estudio de ADN que comprobó en un 99,99 % su participación en el caso, lo evitó.
Salas fue detenido en 1999 por la violación de dos chicas que vivían en un edificio centro; de una alumna de la carrera de Odontología y de una conocida abogada, hija de un magistrado platense. En noviembre de 2001, el violador fue condenado a 17 años de reclusión por un robo y por dos de esas violaciones.
Paradójicamente, en ese debate oral, el doctor Marcelo Romero, quien ahora interviene en la investigación del hecho del edificio de 5 y 48, había actuado como fiscal de juicio y pedido una pena de 18 años tomando su perfil como agravante.
UN FALLO POLEMICO
Sin embargo, años después, en un fallo que casi no tenía antecedentes, el Tribunal de Casación bonaerense le redujo tres años de la pena. Al analizar la condena de Salas en 2006, los jueces confirmaron que, tal como se había probado en el juicio oral, Salas había abusado de una alumna de la carrera de Odontología y una abogada.
Pese a ello, los jueces Horacio Piombo y Benjamín Sal Llargués,-que en 2011 le redujeron la condena a un pastor evangélico acusado de violación de menores que vivían en una villa-, al resolver a favor de la reducción de pena, tuvieron en cuenta su perfil de “sádico” y “psicópata”.
Además, citaron como antecedente el caso Fabián Tablado, el joven que asesinó a puñaladas a su novia Carolina Aló, y argumentaron que debe tenerse en cuenta el perfil psicológico del imputado “al momento de merituar la pena” como “atenuante”.
En disidencia se expresó el juez Carlos Natiello porque esa cuestión ni siquiera había sido introducida por la defensa.
Según los informes que evaluó la sala I, el violador condenado tenía una alteración de la personalidad con rasgos psicopáticos perversos, con progresiva y creciente agresividad, todo asociado a un trastorno sexual sádico, con peligrosidad para sí y para terceros.
OTRO JUICIO
En mayo de 2007 llegó un nuevo juicio, durante el cual el acusado fue juzgado por otros dos casos, confesó su culpa, le pidió perdón a las víctimas y a los dos jóvenes que fueron detenidos por error bajo sospecha de haber cometido los ataques sexuales.
Frente a los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal III reconoció haber sido el autor de las violaciones que le imputan y ante preguntas de la fiscal de juicio Maribel Furnus, reconoció que premeditó las violaciones y que el robo era sólo una excusa para cometer los ataques sexuales.
También aseguró que estaba intentando recuperarse con tratamientos psicológicos, a partir de cómo analizó su caso el Tribunal de Casación Penal bonaerense.
El día del fallo pidió al Tribunal no estar presente. Le dieron una pena de 25 años de cárcel y los familiares de las víctimas estallaron en llanto.
Desde entonces, Salas purgaba su condena en la Unidad 25 de Olmos, estaba a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal III de La Plata y a mediados de marzo le concedieron las salidas transitorias. Noventa y siete días después, una víctima se defendió y “el sátiro de los edificios” cayó muerto de un balazo en una torre de 5 entre 47 y 48.