La suma de dinero estaba escondida a nombre de una offshore. El empresario está imputado en la causa de “la ruta del dinero K”.
La Justicia bloqueó 3 millones de euros correspondientes a una nueva cuenta secreta hallada al empresario Lázaro Báez, vinculado al matrimonio Kirchner e imputado en la causa conocida como “la ruta del dinero K”.
Báez, quien está preso hace más de dos años, habría realizado la maniobra a través de la fundación panameña Kinsky y, desde ahí, el santacruceño los habría colocado en la offshore, de acuerdo a lo publicado por diario Clarín. De esta manera había pasado sin ser descubierta en los primeros exhortos enviados a Suiza por el juez federal Sebastián Casanello y el fiscal Guillermo Marijuan.
La Unidad de Información Financiera logró detectar el desvío de dinero y congeló la plata para que el Tribunal Oral Federal 4 pida el embargo y la repatriación. Varios de los “arrepentidos” en la causa de los “cuadernos K” confirmaron que el ex presidente Néstor Kirchner prefería los euros por sobre los dólares porque se podía llevar más valor en el mismo bolso.
El año pasado, la Justicia suiza había confirmado a Casanello la existencia de, al menos, una cuenta con 25 millones de dólares.
Según el diario porteño se descubrió en el registro público de Panamá que la propietaria de Kinsky es National Founders Incorporated, también creada por Icaza -rival de Mossack Fonseca- en su rol de agente residente.
En Kinsky aparecen como directores los procesados con prisión preventiva Daniel Pérez Gadín y Jorge Chueco en la causa de la ruta del dinero K.
Icaza y asociados ya había trabajado con Federico Elaskar, quien está procesado en la misma causa. Una de las cuentas bancarias desde la que se giró dinero a Elaskar está a nombre de Resen Corp, otra empresa de cartón panameña, en el AGI Private Bank de Zurich. Resen es una empresa creada en 2006.
Las empresas utilizadas en los giros a la cuenta de Kinksy en el banco Safra fueron creadas, a mediados de 2011, luego de que Pérez Gadín tomara el control de La Rosadita a través de la suiza Helvetic Services Group que dirige el argentino Marcelo Ramos, quien se encuentra prófugo.