Cristian es el marido de una docente que trabaja en la escuela 706 del Barrio Belgrano. A la salida del turno nocturno, fueron asaltados y el portero trató de defender a sus compañeros. “Se salvaron porque defendió la escuela y a las maestras él sólo”, indicó en la 99.9.
La inseguridad en Mar del Plata no se manifiesta solo en las páginas de los diarios o en los portales digitales. Algunos casos no toman estado público pero, aún así, son muy graves.
Uno de esos hechos ocurrió en una escuela local. Cristian, vecino de la ciudad, relató lo sucedido en el aire de la 99.9: “estoy casado con una docente que trabaja en la escuela 706 del Barrio Belgrano, en Soler 1.740”, indicó en principio. Luego abundó: “a las 20.30 me llamó por teléfono y me pidió que llame al 911 porque los estaban asaltando dentro de la escuela. Llegó la policía rápido, pero después me enteré cómo fue todo”.
La historia fue sumamente violenta y no terminó peor por cuestiones del destino: “tres o cuatro delincuentes se metieron a la hora en que los docentes estaban por salir. Los alumnos salen 5 minutos antes, cierran el portón, se terminan de acomodar y luego salen todos juntos. En ese momento, se les metieron adentro y gracias al portero se salvaron, porque defendió la escuela y a las maestras él sólo”, dijo Cristian. Y agregó: “le gatillaron y no lo mataron porque no salió el tiro. Mi mujer estaba en frente con un ataque de desesperación. En todas estas noches no puede descansar del trauma que le quedó. Gracias a este portero no fueron mayores los daños; este muchacho se comió varios golpes, pero pudo defender a sus compañeras de trabajo”.
Sin dudas, la suerte estuvo del lado del portero que arriesgó su vida para que no robaran la escuela, pero la sensación que les quedó a todos los docentes es distinta. “Después, cuando hablaban entre los compañeros, decían que por resistirse así podrían haber estado en un velorio en vez de una reunión”, resaltó.
El Barrio Belgrano no es una zona segura de la ciudad, sobre todo a esa hora: “es común que el barrio sea riesgoso a esa hora, ellos tienen un grupo muy lindo de alumnos porque es una escuela primaria. Lo que los rodea es lo complicado”.
Obviamente, no es el único hecho de inseguridad que han sufrido en la zona, y la misma escuela ya tiene antecedentes: “hace un año más o menos hubo un apagón muy grande en Mar del Plata y me llamó mi mujer desesperada porque les estaban tirando piedras desde afuera”.
Un caso más, una historia más, donde los marplatenses son víctimas de la inseguridad. En este caso, los maestros y el personal de una escuela, que no tienen su lugar para contar a la ciudad las cosas que están sucediendo.