La abogada estuvo acompañando a la familia de la víctima durante el juicio oral y remarcó en la 99.9 que resulta extraña la actitud de realizar movilizaciones para repudiar el fallo de los jueces. Además, está respaldada la convocatoria por la Asociación Judicial Bonaerense: “tengo muchos años de tribunales y es la primera vez que la Asociación Judicial hace una cosa semejante”.
El caso de Lucía Pérez sigue prestándose a controversia. En las últimas horas se convocó a una movilización que, extrañamente cuenta con el respaldo de la Asociación Judicial Bonaerense. La abogada Liliana Pérez que estuvo acompañando a la familia en el transcurso del juicio, habló al respecto en la 99.9 y aclaró que “me llama la atención esta convocatoria y no se porqué lo hacen. La sentencia está fundada, las pruebas están a la vista y no entiendo en que pueden fundar un repudio a algo que es absolutamente legal”.
Si bien no tiene certezas sobre los motivos, aclaró que pueden ser políticos: “tengo muchos años de tribunales y es la primera vez que la Asociación Judicial hace una cosa semejante. Tal vez tenga que ver con alguna interna en particular con interés político para capturar votos en una próxima elección, pero desde lo jurídico no tiene sentido. Es una falta de respeto hacia los jueces y no tiene asidero. Me extraña que el Colegio de Magistrados esté callado”, indicó.
La abogada también se refirió al constante pedido de tener en consideración la “cuestión de género” y remarcó que no habría elementos para que esto suceda: “hace poco representé a la familia de Diamela Sánchez. A ella la mató un señor a puñaladas, tuvieron una pelea, fue algo feo pero no era un femicidio. Mi función como abogada de la familia, fue interiorzarme del expediente y ver que no era un femicidio. Se lo tuve que explicar a la familia porque pretendían que se recaratule la causa, pero no la mató por una cuestión de género, sino en una discusión en medio del consumo de drogas”, ejemplificó.
Los peligros de este tipo de movimientos es que, finalmente los jueces decidan sacar a la luz, los elementos que los han llevado a tomar la decisión final y que eligieron resguardar en el fallo: “están estirando mucho la soga y todos hemos sido muy pudorosos, incluso los jueces que han tenido el pudor de no transcribir en la sentencia los textos de los Whatsapp que usaron para fundarla. Los ha leído la familia y el abogado, además de nosotros junto con las fotos que contenían los Whatsapp. Los jueces tendrán que evaluar si siguen soportando esta agresión gratuita o van a mostrar las pruebas en las que basaron su fallo”.
Después de haber escuchado a los que participaron en el juicio brindando testimonio y leer la causa, Liliana Pérez dejó algunas situaciones sobre Lucía Pérez en claro: “no se sabe donde estuvo porque los Whatsapp indican que puede no estar en la casa o bien estar en la casa pero que nadie se dio cuenta. Lo que queda claro es que llevaba varias horas consumiendo drogas y dijo que estaba con una chica que cuando fue citada dijo que hacía 6 meses que no la veía. No sabemos con quien estaba en ese momento, porque siguió mandando mensajes de ese consumo hasta las 6 de la mañana”.
Además, llevaba mucho tiempo sin comer ni tomar nada según los datos que dieron la autopsia que es otro dato que poco ha circulado: “sabemos además por la autopsia que mínimamente hacía 12 horas que no ingería nada porque el estómago estaba vacío. Son todas pruebas científicas. El padre dijo que tomó unos mates con Lucía a las 9 de la mañana pero la autopsia dice otra cosa. Si estuvo en la casa se estaba drogando en la casa y lo corrobora el análisis de orina porque tenía metabolitos de droga. Para entrar a la sangre, los metabolitos tardan minutos pero para entrar en la orina tarda horas y está en el expediente desde el primer día”. Incluso Pérez agregó que “cuando De La Colina declara la primera vez, a pocas horas del hecho, indicó que no estaba lavada y que tanto él como el enfermero de la sala indicaron que ellos fueron las que desvistieron y volvieron a vestir a Lucía para constatar que no tenía heridas. Sin embargo, sostuvieron dos años que la habían lavado y vestido”.