¿Un taxi volador que se puede solicitar a través de una aplicación? Esta compañía alemana planea hacer eso una realidad en los próximos seis años.
La nueva empresa con sede en Munich, Lilium, presentó este jueves su prototipo de taxi aéreo eléctrico de cinco plazas. El Lilium Jet, que realizó su primer vuelo a principios de este mes, es parte de un servicio de taxi volador basado en aplicaciones que la compañía espera que esté “en pleno funcionamiento en varias ciudades del mundo para 2025”.
El avión a batería puede viajar 300 kilómetros (186 millas) en 60 minutos con una sola carga, y conectará las ciudades a través de una red de plataformas de aterrizaje. Los pasajeros podrán reservar viajes desde la pista de aterrizaje más cercana a través de una aplicación para teléfonos inteligentes.
Lilium no reveló cuánto costará su servicio, pero afirma que será “comparable en precio” con los taxis regulares. Remo Gerber, el director comercial de la compañía, dijo a CNN Business que está dirigido a personas comunes y no solo a viajeros de negocios adinerados.
“Hoy estamos dando otro gran paso hacia hacer realidad la movilidad aérea urbana”, dijo el cofundador y presidente ejecutivo de Lilium, Daniel Wiegand, en un comunicado. “Soñamos con un mundo donde cualquier persona pueda volar donde quiera, cuando quiera”.
Al hacer realidad ese sueño, la compañía alemana se encontrará con algunos de los nombres más importantes en el negocio, incluida la principal empresa de transporte pedido por teléfono del mundo. Uber se está asociando con la NASA con el objetivo de lanzar una red de taxis voladores en 2023.
Otros nombres importantes que están trabajando en autos voladores incluyen Boeing y Rolls Royce.
Lilium, fundada en 2015, afirma que su aeronave es capaz de realizar “viajes mucho más largos que la mayoría de sus competidores”.
Los patrocinadores de alto perfil de la compañía, que han invertido colectivamente más de 100 millones de dólares, incluyen Atomico, el fondo de inversión en tecnología dirigido por el cofundador de Skype Niklas Zennström, y el gigante tecnológico chino Tencent.