Llega a la Corte de EE UU la causa civil por la represión en Mercedes-Benz

Busca determinar la competencia de los tribunales estadounidense en el expediente por daños y perjuicios iniciado por familiares y sobrevivientes contra la firma alemana. El Departamento de Justicia expresará argumentos.

La automotriz alemana Mercedes- Benz deberá comparecer ante la Corte Suprema de los Estados Unidos el próximo 15 de octubre, en una audiencia pública por la desaparición de 14 operarios de la firma en la Argentina, durante la última dictadura cívico-militar. La citación marcará un hito en materia de Derechos Humanos, ya que el Máximo Tribunal estadounidense, basándose en su propia Ley Federal, habilitó la instancia para que avance el juicio civil por presuntos delitos de lesa humanidad cometidos fuera de su territorio. Hace casi diez años, los familiares de los desaparecidos, junto a tres sobrevivientes, iniciaron el proceso legal que podría llegar ahora a los tribunales de los Estados Unidos para ser sede de un juicio millonario contra la automotriz por complicidad civil, una cuestión que ha interesado incluso al Departamento de Justicia, que expresará sus propios argumentos.
Similar a la audiencia pública llevada a cabo en nuestro país por la Ley de Medios, la Corte Suprema norteamericana escuchará el próximo martes los argumentos de las partes para definir si admite la competencia de esos tribunales para juzgar a Mercedes-Benz por crímenes cometidos en la Argentina. La causa por daños y perjuicios, denominada “Daimler AG v Barbara Bauman”, se inició en 2004 y terminó de recorrer el espinel judicial de los Estados Unidos luego de que fuera rechazada en dos instancias previas (la última en el 2009). La Corte de Apelaciones del noveno circuito de California se pronunció, al año siguiente, por la anulación de esos fallos y por la competencia, además de rechazar las apelaciones de Daimler. El argumento en aquella época fue que los crímenes se habían cometido en Argentina y que, en todo caso, Alemania era la sede alternativa para llevar a cabo el juicio.

AUDIENCIA. Sin plazos por agotar, el expediente escaló hasta la Corte, que lo anunció entre los temas a tratar dentro de este semestre y fijó día para la audiencia previa. Si el tribunal acepta la competencia, inmediatamente comenzará sustanciarse la investigación para confirmar la complicidad civil de Mercedes-Benz en la desaparición de 17 operarios en 1977, incluyendo a la comisión interna de la planta ubicada en González Catán. Solo tres de ellos sobrevivieron al cautiverio en Campo de Mayo. El argumento que se pondrá a prueba es que en el momento del comienzo del juicio, la firma tenía una doble casa matriz con los mismos derechos, una en Stuttgart, Alemania, y la otra en Auburn Hills, Michigan. Por ese motivo, se podría aplicar la jurisdicción estadounidense.
“La Corte no tiene plazos para expedirse, solo debe agotar todas las demandas que toma antes de junio de 2014. Pero esperamos que resuelva sobre este caso para fines de este año”, aseguró el abogado querellante Terrence Collingsworth, en diálogo con Tiempo Argentino, desde Washington. “Es muy importante que este tipo de empresas que llevan adelante negocios millonarios en Estados Unidos reciban la señal de que no son inmunes y pueden ser alcanzadas por la ley“, afirmó. El martes, la querella tendrá 30 minutos para exponer frente a los jueces. El mismo lapso tendrá la empresa para expresar sus argumentos. Luego, los magistrados podrán hacerle preguntas a las partes. Pero, a pesar de la gran cantidad de “amigos del tribunal” que se presentaron, solo uno tendrá espacio para tomar la palabra: el Departamento de Justicia norteamericano.
Con una posición pretendidamente neutral, el organismo quiere plantear ante la Corte que se establezcan reglas claras para determinar qué tipo de delitos están sujetos a la jurisdicción estadounidense. Existe una nómina de poderosas empresas demandadas en los Estados Unidos por cuestiones que abarcan desde delitos penales en otros territorios hasta incumplimientos con consumidores que miran con atención lo que pueda suceder con esta decisión. “Será un ejercicio para conocer qué empresas de las llevan adelante negocios importantes en Estados Unidos, también pueden ser juzgadas en sus tribunales“, indicó Collingsworth.
“Creemos que es correcto nuestro planteo inicial, lo que fue ratificado por la Corte de Apelaciones. Es importante que la Corte Suprema tenga curiosidad y preguntas sobre esta causa por complicidad civil. Nuestro trabajo será responderlas“, resumió el abogado, refiriéndose a las expectativas con las que arribarán a la audiencia, casi dos años después de que se reabra el expediente. En un principio, legalmente se recurrió a la justicia estadounidense bajo la figura de la Ley de Reclamación por Agravios contra Extranjeros (Alien Tort Claims Act), una norma de 1789 que establece la posibilidad de demandar en territorio de los Estados Unidos a personas o corporaciones que hayan violado leyes federales allí o en países con los que tiene tratados celebrados, como la Argentina. Pero la Corte tomó el caso en base a la propia Ley Federal, debido a la posibilidad de sancionar a firmas que desarrollen negocios en su territorio. Tiempo Argentino adelantó, en mayo y en noviembre de 2011, que la causa se encaminaba a ser tratada por el Máximo Tribunal.
AMIGOS. Entre las diversas presentaciones que se acopiaron al expediente, figuran los “amicus curiae” a favor de la postura argentina, presentados por ONG que apoyan el reclamo de reparación económica por parte de Mercedes-Benz. En la contraparte, se presentaron la Alianza de Fabricantes de Automóviles y la Cámara de Comercio de Estados Unidos, entre otros poderosos actores de la economía que rechazan cualquier fallo favorable. El caso influye en el escenario internacional. Alemania ha hecho llegar de manera extraoficial su preocupación por un eventual avance sobre una de sus empresas insignia. Desde Estados Unidos, también creen que podría repercutir en futuras inversiones.
Un juicio de similares características fue perdido en Alemania, ya que los tribunales de ese país utilizaron un argumento similar al del extinto dictador Jorge Rafael Videla al referir que si no se encontraban los cuerpos de los desaparecidos, no había delito. La causa fue iniciada en 1984 con el testimonio de Héctor Ratto, uno de los trabajadores que sobrevivió.
CAUSAS. En nuestro país, la justicia federal de San Martín tiene una causa penal con idéntica sustancia pero con escasos avances. Se trata de un legajo dentro de la causa Riveros asentada en el juzgado a cargo de la jueza Alicia Vence. Allí, también se pidió que se cite a indagatoria a Juan Ronaldo Tasselkraut, ex gerente de Producción de la empresa, como cómplice civil de los secuestros. El empresario aduce que ya fue juzgado en Alemania; pero, en realidad, se le dictó el equivalente a una falta de mérito, antes de que en nuestro país se derogaran las leyes de amnistía. La querella también solicitó que se cite a prestar testimonio a Rubén Cuevas, quien fuera asesor legal del directorio y que en el Juicio por la Verdad (que no tenía poder punitivo) declaró que Mercedes había donado dos aparatos de neonatología al Hospital Militar de Campo de Mayo.
En tanto, en el juzgado federal de La Plata se comenzó a investigar la pista de los obreros de la fábrica que estuvieron detenidos desaparecidos en la Brigada de San Justo y en la Comisaría de Avellaneda que dependía de la Brigada de Lanús. Recientemente han sido detenidos tres policías bonaerenses que dirigían esos centros clandestinos.