El abogado Fernando Soto, representante de los familiares de víctimas de Cromañón, se refirió así a los condenados en la causa, actualmente en prisión. Entrevistado por la 99.9, habló sobre Patricio Fontanet, el “abuso de sustancias” y las condenas impuestas a los imputados.
La causa Cromañón sigue sumando novedades. Después de la detención de Patricio Fontanet, se indicó que el músico padece un trastorno por “abuso de sustancias” con alteraciones en su forma de actuar, lo que implica un peligro para él y quienes lo rodean. Sobre este tema habló esta mañana el abogado Fernando Soto, representante de los familiares de las víctimas de la tragedia en el boliche bailable. “Eso es lo que dijo el perito oficial: tiene trastornos de conducta por el abuso de sustancias o un tipo especial de droga muy fuerte. Creo que son drogas estilo LCD, alucinógenos que provocan una aceleración de la psiquis; el abuso de esa sustancia desencadena un estado patológico. No es que esté enfermo, el cuadro se da por abuso de drogas”, explicó en la 99.9.
En otro orden, el letrado se mostró disconforme con las condenas e insistió en que los acusados deben responder por lo que han hecho: “demoramos 8 años en el juicio de Cromañon, pero a Fontanet lo condenaron a 7. Los demás, salvo Chabán y el policía, fueron condenaros con penas de menos de 4 años. Es decir que tardamos el doble de años en el juicio de lo que impone la condena que tendrán. Además, sabemos que esas penas no se cumplirán. Cuando uno se equivoca, tiene que responder; eso se llama ‘responsabilidad’. ¿Cómo puede ser que quienes son condenados no tengan que responder?”.
También se refirió a la responsabilidad que le cabe al entonces jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, quien según la Justicia, prácticamente no tuvo nada que ver con la causa: “tuvieron docenas de alertas y llamados para que todo esto no pase y no respondieron cuando debían hacerlo. Aníbal Ibarra tiene una responsabilidad penal, además de la política, por la cual fue destituido. A él le avisó el Defensor del Pueblo por denuncias de los padres, que se cansaban de que le muelan a palos a los hijos en la recorrida. Constataron que el 96% de los boliches de Capital Federal no estaban habilitados. Ese informe se presentó en Habilitaciones y no contestaron. Tuvieron una reunión extra protocolar con Ibarra, donde dijo que estaban elaborando algo, pero no pasó nada. Ellos sabían que esto podía pasar”.
Como suele suceder, se actuó correctamente recién después de una tragedia: “dos días después de que se murieron todos estos chicos, Ibarra clausuró un montón de boliches y teatros por falta de seguridad. Ahí se confirmó que tenía la estructura para hacerlo”, recordó Soto.
Pero el abogado enmarcó esta conducta habitual dentro del comportamiento habitual de la sociedad argentina, y pidió que los ciudadanos sean más activos con sus reclamos: “no nos damos cuenta de las cosas hasta que nos pasan a nosotros. Nos interesa solamente lo que nos pasa. Hay que tener conciencia de estas cosas. Debemos reclamar. Pero los funcionarios tienen una lógica distinta y si pasa algo así, hacen un parche”.
Soto destacó, también, algo que suele darse en los procesos judiciales: “los imputados se ponen en el papel de víctimas, siempre. Chabán se ha puesto en víctima, como si fuera una abstracción lo que ha hecho. Son hechos gravísimos y lo que están pasando es por lo que hicieron”.