El economista Juan José Llach destacó esta mañana en la 99.9 que se puede salir de la apremiante situación económica actual modificando algunas cuestiones en particular y de manera paulatina, sin cambios repentinos. Entre otras cosas, destacó que “hay que dejar de ahuyentar a la inversión como se está haciendo ahora”.
El país está sumido en una difícil situación económica. Y salir de la misma, no es un horizonte que parezca real por el momento. Esta mañana, el economista Juan José Llach hizo un análisis detallado del contexto en el aire de la 99.9.
En principio, el analista resaltó un factor fundamental: “la madre de todos los problemas es la inflación, porque es lo que ha generado la pérdida de competitividad y el aumento de la pobreza. Para buscar una salida se debe atacar la inflación. Se ha instalado un relato donde se dice que la inflación no es mala; en el mundo de 191 países, solo 5 tienen más de 20% de inflación. Solamente 11 países tienen entre 10 y 20%. Y el resto, 175, tienen menos del 10%. Esto deja claro dónde está el error y quién está equivocado”.
Hay un síntoma que es preponderante en el intento de completar una vidriera de panorama positivo: “también se indica que luchar contra la inflación ‘benigna’ genera recesión. Estamos en un momento donde hay muy poca actividad económica, que ha empezado a destruir empleo. Hay muchas experiencias nacionales e internacionales que demuestran la manera de salir de la inflación sin recesión y reactivando la economía”, señaló Llach.
Luego agregó: “la segunda cuestión es que hay que dejar de ahuyentar a la inversión, como se está haciendo ahora. Los ejemplos son Vale o Petrobras. Vaca Muerta, este enorme yacimiento de gas no convencional, que tiene las terceras reservas mundiales detrás de China y Estados Unidos y que alcanzarían para 500 años de consumo de Argentina, tendría que tener una cola de gente golpeando la puerta de YPF para invertir. Sin embargo, en un año apenas se consiguió un pre-acuerdo con una empresa que a su vez está en problemas como Chevron”.
Todas estas cuestiones, relacionadas con el tipo de cambio del dólar, terminan repercutiendo particularmente en algunos sectores. “El caso de la construcción es otro punto claro que ahora se pretende activar con el tema del blanqueo, con el cual soy muy crítico. El impacto que tendrá esa medida sobre la reactivación de la construcción será muy pobre”, anticipó el analista.
A pesar de este panorama, Llach cree que la salida es posible y puede producirse de manera práctica: “lo cierto es que se puede salir. Argentina no está condenada a vivir en esta situación de economía chata, de inflación y aumento de la pobreza y del desempleo. El contexto de hoy es muy distinto a las crisis violentas que hemos tenido en el pasado. El Gobierno puede liberar la compra de dólares paulatinamente. Una de las medidas, para empezar, que no sería lo óptimo pero sí una solución, es desdoblar el mercado cambiario. Eso permitiría hacerlo mucho más fluido y operar en blanco.
También agregó que en la política de blanqueo de dólares “el CEDIN tendría una cotización peso-dólar que sería legal y podría ser un primer vehículo para generar un mercado de cambio y crear el desdoblamiento. Es un camino posible”.
Por supuesto, Llach no dejó de referirse a la cantidad de dinero que se gasta en el área de combustibles: “el gasto en subsidios a la energía y el transporte principalmente, en los primeros cuatro meses del año, está aumentando 55% respecto del año pasado. Esto es algo insostenible y el Banco Central tiene que emitir dinero para financiar al Gobierno. Tendríamos que ser muy ricos para pretender que la electricidad o el gas cuesten la tercera parte de lo que valen en el resto del mundo. Es un subsidio que está generando muchos problemas porque los valores son enormes”.