Según los resultados de un estudio, los analgésicos comunes como el ibuprofeno y el diclofenac pueden aumentar levemente el riesgo de tener problemas cardíacos si se toman en grandes dosis y durante mucho tiempo.
El estudio determinó que el consumo diario de estos fármacos es aún más riesgoso en fumadores y personas con sobrepeso. Un equipo de la Universidad de Oxford analizó ambos fármacos detalladamente, teniendo en cuenta advertencias previas sobre su ingesta. El grupo investigó más de 353.000 historiales de pacientes de 639 juicios clínicos diferentes para determinar el impacto de medicamentos sin esteroides ni antinflamatorios.
La investigación se basó en las altas dosis de las prescripciones de 150mg de diclofenac y 2.400mg de ibuprofeno al día. Pero no en aquellos casos en que los medicamentos se compraron sin receta médica.
Entre los resultados del estudio, se notó que por cada 1.000 personas consumidoras de estas medicinas hay tres ataques al corazón adicionales, cuatro casos más de fallas cardíacas y una muerte, además de otros síntomas como el de sangrado de estómago. Los riesgos son para las personas que toman grandes dosis de analgésicos y a diario. “Tres (más) por cada mil al año suena como si fuera un riesgo muy bajo, pero eso es algo que tienen que juzgar los pacientes”, explicó el jefe del estudio Colin Baigent. “Así que si eres un paciente y te sientas a discutirlo con tu médico, tú eres quien debería hacer un juicio sobre si el riesgo de tres por cada mil vale la pena para seguir con el día a día”, agregó.
Sin embargo, el especialista dijo que esto no debería preocupar a la gente que, por ejemplo, toma durante un tiempo corto estos medicamentos para combatir dolores de cabeza u otros síntomas. De todas maneras, advirtió a aquellos que ya corren el riesgo de desarrollar problemas cardíacos, ya que tomando altas dosis estarían expuestos a un riesgo mucho mayor. “A mayor riesgo de enfermedades cardíacas, mayor riesgo de tener complicaciones. Aproximadamente, si tienes el doble de riesgo, entonces tendrás el doble de probabilidad de tener un infarto”, señaló Baigent.
Una alternativa para evitar la ingesta de estos fármacos es cambiarlos por un medicamento parecido. Según el estudio, el naproxen tuvo menos riesgos de complicaciones. Este medicamento, semejante a la aspirina, evita que la sangre se coagule, lo que disminuye las probabilidades de un sangrado en el estómago.
Por su parte, el profesor Alan Silman, director médico de Arthritis Research Uk, explicó que estos analgésicos eran un “salvavidas” para millones de personas con artritis pues son “extremadamente efectivos en aliviar el dolor”. No obstante, agregó que debido a sus potenciales efectos secundarios, “en particular el aumento de riesgo a complicaciones cardiovasculares, algo que se sabe durante mucho tiempo, existe una necesidad urgente de encontrar alternativas que sean igual de efectivas pero más seguras”.
Por su parte, Donald Singer, miembro de la Sociedad de Farmacología Británica, indicó que “el estudio subraya un tema clave para pacientes y personal médico: los fármacos poderosos pueden tener efectos secundarios serios. Por eso es importante para los que prescriben tener en cuenta estos riesgos y asegurar que los pacientes estén bien informados sobre los medicamentos que están tomando”.