Por una nueva normativa, el ente recaudador argentino puede solicitar información a su par norteamericano sobre ahorristas argentinos. Buscan cuentas no declaradas. Los bancos enviaron recomendaciones a sus clientes para saber cómo “camuflarse” ante controles.
Muchos argentinos que tienen dinero depositado en el exterior recibieron una “mala noticia” a fines del 2012. Sucede que la AFIP, a partir del primero de enero de este año, puede solicitar información de los titulares de cuentas bancarias en EEUU (además de otros 36 países más). Esto es posible después de que el país adhirió al “Convenio Multilateral de Asistencia Administrativa Mutua en Materia Fiscal”, elaborado por los países de la Unión Europea, el G-20 y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Para el organismo recaudador que comanda Ricardo Echegaray, esto significa que puede requerir información de argentinos ante la Internal Revenue Service (IRS), que es la agencia federal de EEUU encargada de la recaudación fiscal y del cumplimiento de las leyes tributarias. O sea, la AFIP del país del norte.
El temor que surgió rápidamente fue que Echegaray vaya contra los argentinos que tienen cuentas bancarias en ese país pero que no hayan sido declaradas en la Argentina. Se sabe, prácticamente la totalidad de los que tienen dinero depositado en el exterior lo tiene en “negro”.
Pero no lentos ni perezosos, varios bancos de EEUU empezaron a “alertar” a sus clientes argentinos acerca de cómo pueden disimular la potencial “cacería” de la AFIP.
Infobae tuvo acceso a algunas de las cartas que las entidades enviaron a los ahorristas argentinos. Por ejemplo, en una de ellas dicen: “Queremos que usted sea consciente de esta resolución, así puede decidir qué tipo de cuenta quiere tener hacia adelante. Si quiere mantener que la cuenta devengue intereses, usted no tiene que hacer nada. Su cuenta va a seguir ganando intereses, y a partir de enero, esos intereses serán reportados al IRS quien después compartirá esa información con su país de origen”.
Luego de “alertar” al cliente de la nueva normativa, la entidad estadounidense le encuentra (y ofrece) la solución. “Si quiere cambiar su cuenta a una que no devengue intereses, simplemente llame a un oficial… Siempre y cuando convierta su cuenta a una que no devengue intereses, esto no será reportado al IRS”.
El ofrecimiento de las entidades es, en realidad, algo muy básico. En EEUU no está gravado el capital sino la ganancia financiera. En este caso, el interés que otorga el plazo fijo sí paga impuesto en el caso de los residentes. El ahorrista argentino no paga impuestos sobre esa ganancia (al ser no residente), que hay que aclarar es mínima ya que los bancos pagan entre 0,15% y 0,25% anual por tomar un depósito.
Pero la entidad tiene que declarar que esa tasa de interés que paga a un cliente no está sujeta al impuesto ya que es “no residente”. Y ahí es que el ahorrista argentino queda en la lupa de la IRS y por consiguiente ahora la AFIP.
Para evitar eso, como aconsejan los bancos, resulta más “práctico” pasarse a una cuenta a la vista que no devengue tasa de interés y así el cliente está fuera del radar de los organismos de recaudación (de ambos países).
En EEUU, de todas formas, las cuentas y por ende sus titulares figuran públicamente. No es el caso de Suiza donde el cliente puede utilizar un nombre de fantasía para su cuenta, si bien la entidad conoce perfectamente el nombre del titular por los controles al lavado de dinero.
De todas formas, el convenio que firmó la Argentina y el cual permite mayor tránsito de información entre países no significa que la AFIP pueda pedir datos a mansalva. O sea, no puede “salir a pescar”. Tiene que tener datos contundentes acerca de un contribuyente argentino para pedir información al IRS u otro regulador de otro país.