La ONG “Posada del Inti” trabaja con chicos adictos a las drogas y en situación de calle. El presidente de la entidad habló esta mañana en la 99.9 sobre la situación de los menores que se insertan en este mundo. “Se nota una situación de vacío en quienes llegan al consumo”, explicó.Los niños, en Mar del Plata y otras ciudades del país, entran contacto con las drogas cada vez más temprano. De hecho, en los últimos años ha bajado notablemente la edad de iniciación. Esta situación se ve reflejada en el trabajo de la Defensoría del Pueblo local y en la labor diaria de quienes intentan recuperar a esos niños. Es el caso de la ONG “Posada del Inti”, dirigida por Fabián Messina, quien esta mañana en la 99.9 explicó: “Argentina, por su ubicación geográfica, tiene una dinámica que generó una transformación; se ha convertido en un país de consumo. Cotidianamente nos topamos con la desesperación de las familias, con todo lo que implica esto. El tema está desbordado y no hay políticas para la prevención y la atención de los chicos”.
En medio de esta difícil realidad, hay un grupo de políticos que pugna por despenalizar las drogas. “Se ha generado una mezcla de conceptos cuando se habla de la despenalización. Acordamos tratar a quien consume desde un sector más sanitario, pero hay otros que aprovechan para incluir en el discurso social el autocultivo y lo inocuo de la sustancia. La marihuana no es un caramelito; creer que es así genera confusión, sobre todo en los chicos, que están empezando a transitar este camino”, resaltó Messina. Luego aclaró: “caminando por la costa vi tantos consumidores como policías en la calle. La ley no permite el consumo en la vía pública”.
A lo que apuntan desde estos lugares de trabajo es a trabajar sobre el problema de manera integral: “tenemos que posicionar el tema en tres ejes. En lo jurídico, porque hay que adaptar cuestiones respecto de los nuevos consumidores y el tráfico. Desde lo conceptual, para entender las singularidades y miradas de los distintos dispositivos profesionales y analizar qué entendemos cuando hablamos de consumo de drogas. Y también desde el punto de vista político, porque ser de derecha o de izquierda atraviesa la mirada de estas cuestiones”. Luego abundó: “debemos tener una mirada superadora y respetar la singularidad de las personas. Independientemente de todas estas cuestiones, hay gente que está sufriendo. Es un desafío que tiene que ver con los adultos”.
Las drogas no son un problema nuevo en el país, pero la realidad ha sobrepasado los límites de lo que se podía imaginar: “siempre escucho que la juventud está perdida, pero hay distintas generaciones de una misma familia que tienen adictos”, resaltó Messina.
Esto es así porque en los últimos años se redujo la edad en la que los niños ingresan a la drogadicción: “hay una baja edad de inicio en el consumo que cada vez es menor. El Gobierno de la ciudad nos convocó para ver qué posibilidades le podemos dar de tratamiento a chicos de entre 6 y 7 años. Los programas están hechos para abordar la problemática de personas de 25 años con familia y una estructura social. Hay chicos con 12, 13 o 14 años que vienen con una desestructuración familiar atravesada por el consumo de drogas”. También destacó, como factor importante, “la toxicidad de la sustancia, que también es cada vez mayor. Ni la cocaína ni cualquier tipo de sustancia es la misma de años atrás”.
El contacto diario con niños que consumen drogas lleva al director de la ONG a pensar que “se nota una situación de vacío en los chicos que llegan al consumo para volarse la cabeza. No buscan el placer, sino desaparecer del mapa”.
En este marco, lamentablemente, la ONG debe lidiar con la falta de fondos, ya que desde el Ministerio de Salud Provincial los cheques no llegan en tiempo y forma: “el Dr. Collia nos dijo que no le dan las cuentas”.