La última propuesta de la ministra de Sanidad, una «obligación flexible» de las vacunas, suscita ironía: «Para entenderla hace falta un lingüista de fama internacional», dice un senador.
Los directores de colegios se han declarado prácticamente en rebeldía, tras la propuesta del gobierno populista y antisistema, aprobada en el Senado, de retrasar un año la obligatoriedad de la vacunación de los niños para inscribirlos en la escuela. La Asociación nacional de directores ha advertido que en septiembre, al reabrirse las escuelas, los padres deberán presentar certificado oficial de vacunación; en caso contrario, sus hijos no serán admitidos.
Los directores han denunciado la confusión que está creando el gobierno con el tema de las vacunas. Lo mismo han hecho los colegios médicos. El mayor experto en Italia, el virólogo Roberto Burioni, dio este juicio definitivo sobre la decisión de la Cámara alta con mayoría populista: «Sobre las vacunas el Senado ha escrito una página infame en la historia de la República, poniendo en riesgo la salud de los niños más débiles e indefensos para congraciarse la parte más ignorante y oscurantista del país. El ministro que se calla es surrealista, Vergüenza». Roberto Burioni recibe infinidad de insultos y comentarios críticos en las redes sociales, lo que refleja que se ha convertido en el médico más odiado y amado del país.
Las dudas o posiciones contrarias de muchas personas sobre las vacunas es fruto del clima que durante años han creado los partidos hoy en el gobierno, la Liga y el Movimiento 5 Estrellas. La confusión hoy en día es tal que se ha llegado a plantear la posibilidad en las escuelas de separar en diferentes aulas niños no vacunados y niños que sí recibieron las 10 vacunas prescritas. Los directores de las escuelas se han opuesto totalmente a esa posibilidad.
En la tarde de este jueves, la ministra de Sanidad, Giulia Grillo, hizo una propuesta logrando algo que parecía casi imposible a día de hoy: crear más confusión. La ministra anunció una «obligación flexible para las vacunas según los territorios». Expertos y la oposición le respondieron de inmediato: «Es una propuesta ridícula y sin sentido». La expresión «obligación flexible» ha suscitado infinidad de críticas e ironía. Así, el senador Edoardo Petrarca, del Partido Democrático, expresa su perplejidad : «Para entender a la ministra hace falta un lingüista de fama internacional».