El virus del SARS-CoV-2, causante del COVID-19, puede ser inactivados utilizando ciertos enjuagues bucales ya disponibles, según se ha evidenciado en experimentos de cultivos celulares realizados por virólogos de la Ruhr-Universität Bochum (Alemania).
Se pueden detectar altas cargas virales en la cavidad oral y la garganta de algunos pacientes de COVID-19. El uso de enjuagues bucales eficaces contra el virus podría ayudar a reducir la carga viral y posiblemente el riesgo de transmisión del coronavirus a corto plazo. Esto podría ser útil, por ejemplo, antes de los tratamientos dentales. Sin embargo, los enjuagues bucales no son adecuados para tratar las infecciones por COVID-19 o para protegerse contra el contagio del virus.
En su trabajo, publicado en la revista ‘Journal of Infectious Diseases’, los investigadores probaron ocho enjuagues bucales con diferentes ingredientes que están disponibles en farmacias en Alemania. Mezclaron cada enjuague bucal con partículas de virus y una sustancia de interferencia, con el fin de recrear el efecto de la saliva en la boca. La mezcla se agitó durante 30 segundos para simular el efecto de las gárgaras.
Después, utilizaron células Vero E6, que son particularmente receptivas al SARS-CoV-2. Para evaluar la eficacia de los enjuagues bucales, los investigadores también trataron las suspensiones de virus con un medio de cultivo celular en lugar del enjuague bucal antes de añadirlas al cultivo celular.
Todos los preparados probados redujeron el virus. Tres enjuagues bucales lo redujeron hasta tal punto que no se pudo detectar ningún virus después de un tiempo de exposición de 30 segundos. Si este efecto se confirma en la práctica clínica y cuánto tiempo dura debe ser investigado en estudios posteriores.
Los autores señalan que los enjuagues bucales no son adecuados para tratar el COVID-19. “Hacer gárgaras con un enjuague bucal no puede inhibir la producción de virus en las células, pero podría reducir la carga viral a corto plazo en los lugares donde existe un mayor potencial de infección, a saber, en la cavidad oral y la garganta, y esto podría ser útil en determinadas situaciones, como en el dentista o durante la atención médica de los pacientes de COVID-19”, explica el líder del estudio, Toni Meister.