‘Como iraní, me avergüenzo de la ley que priva a mi mujer de salir’. ‘El cambio debe empezar en cada uno de nosotros’, indican.
“Como hombre iraní, me avergüenzo de la ley que me concede el derecho de privar a mi mujer de salir del país. Esposa mía, eres libre”, reza uno de los muchos mensajes difundidos en los últimos días en las redes sociales como parte de la campaña #ItsMenTurn, en la que hombres iraníes expresan abiertamente su defensa por la igualdad y renuncian públicamente a aquellos derechos discriminatorios que, según la legislación iraní, les permiten restringir la libertad de sus esposas. La iniciativa nace como reacción a la denuncia abierta realizada por Niloufar Ardalan, ex capitana del equipo nacional de fútbol femenino de Irán, a quien su marido le retuvo el pasaporte para que no asistiera al campeonato internacional de fútbol en Malasia, porque el torneo coincidía con el primer día de colegio del hijo del matrimonio. Ardalan, en un gesto inusitado, deploró los hechos en los medios, y el caso ha devuelto a la actualidad la situación de discriminación que sufren las mujeres iraníes. Pero, esta vez, son los hombres, algunos, los que han querido solidarizarse con sus congéneres, emitiendo declaraciones en las que expresan su rechazo a los derechos que les sitúan por encima de sus cónyuges. “Los derechos de las mujeres han sido transferidos por ley a sus esposos. En Irán existen muchas injusticias para las mujeres, que muchas veces son acometidas por padres y esposos. El cambio debe empezar en cada uno de nosotros, ofreciendo a las mujeres igualdad de derechos. Mi hermana tiene los mismos derechos yo y no debe permitirse que reciba -por ley- la mitad de la herencia que yo. Si los derechos naturales de las mujeres han sido usurpados, ello no significa que nos pertenezcan. Son sus derechos y debemos dar la espalda a las leyes discriminatorias”, sentencia en su declaración un varón, sosteniendo en una fotografía un cartel en el que afea la legislación que degrada a la mujer.
Aunque inicialmente la campaña pretendía reunir a hombres que declaraban que no iban a restringir el derecho de sus esposas a salir del país, los mensajes van más allá y abordan situaciones cotidianas como la privación del derecho al trabajo de la mujer si el marido así lo estima, o las dificultades para acceder al divorcio. Algunos hombres incluso han publicado las modificaciones introducidas en sus contratos matrimoniales para borrar cualquier rastro de discriminación.
Mientras que un iraní puede tener hasta cuatro esposas permanentesy un número ilimitado de esposas temporales, ellas puede ser severamente castigadas si son acusadas de adulterio. Pero en el Irán de hoy, muchos hombres ven estas leyes como una losa del pasado que no se corresponde con los tiempos actuales y que, en nombre del Islam, perpetúan una discriminación venenosa. El revuelo que ha desencadenado el caso de la ex capitana de fútbol ha sido de tal magnitud que el gobierno iraní, proclive a modificar algunas leyes en favor de las mujeres, se ha visto obligado a reaccionar, asegurando que “se va tomar una decisión en relación a la ley del pasaporte”.
Por otro lado, un grupo de activistas de los derechos de la mujer ha solicitado a las autoridades cambios legales para evitar que se repita el caso de Niloufar Ardalan. El Ejecutivo ha asegurado que trabaja conjuntamente con la administración de Justicia para intentar introducir cambios en la ley. Pero la mayoría conservadora en el Parlamento y un estamento judicial tendente a bloquear cualquier avance en este sentido suelen conducir al fracaso las iniciativas para corregir estas disfunciones legales impulsadas por el gobierno de Hasan Rohani.