Desesperados

tap941
Corre un aire de fin, pero no de fin de ciclo, sino de fin de época. Se termina una época de oprobio para Mar del Plata: en treinta años de democracia, nunca una elección implicó tanta posibilidad de cambio como la que nos convoca en esta ocasión.

Esta última semana fue, en términos de imágenes registradas y no registradas, muy intensa. Carlos Fernando Arroyo recorrió la Peatonal el viernes, generando un tumulto de atracción tal, que podía llegar a creerse que transitaba esa arteria una figura del mundo del espectáculo o del deporte. Años que no se veía tamaña actitud por parte de los vecinos ante un candidato.
La imagen no registrada es la que se le ha presentado a Gustavo Arnaldo Pulti, que timbrea los barrios recibiendo una respuesta nada cálida y hasta algún que otro improperio seguido de un portazo estruendoso. La cita corresponde a uno de esos timbrazos: “Hola, sabes quién soy, me conocés”; respuesta: “sí, Pulti, te conozco; muy bien te conozco; ese pozo que está ahí está desde que te eligieron intendente y jamás nadie lo tapó…, tan bien te conozco”. Cri, cri, cri…
Ver a Carlos Mas, servil house organ de loquepasa.net siguiendo a Arroyo en su tour por la Peatonal, haciendo como que le interesan, periodísticamente hablando, los dichos del hombre al que han acribillado mediáticamente de manera miserable, a cualquiera que tenga tripas no le puede ocurrir otra cosa que se le revuelvan de asco.
Pero no es el único: todos los integrantes de la cadena de corte y pegue están buscando acercarse a Arroyo, y lo que me parece grave es que le están poniendo la oreja cínicos que se plantean que lo ocurrido “es parte de la dinámica del poder y hay que bancársela”. Pulti no les liquida pagos a 0223, loquepasa.net, MDP hoy, Canal 10, a Carlos Vázquez, de “Nueva Sierra”, y saben que los pagos pendientes serán liquidados por la próxima administración. Esos montos, cuya orden de pago se puede ver en la página web de la Municipalidad, no se ajustan  a ningún indicativo cierto y verificable de audiencia o lectores, y varios, tal como lo ha señalado el abogado Fernando Herrera, “son medios señalados como extorsionadores de la política en expediente judicial”. Toda esa pauta, ese dinero público, debe ser auditado, y sería muy acertado hacerlo por medio de una consultora independiente que establezca la probidad de los montos que deben abonarse.
Es que no se trata sólo de Florencio Aldrey Iglesias, sin duda el principal derrotado por la sociedad marplatense, que decidió que Arroyo sea el instrumento de su correctivo democrático: los que han entendido que un medio es un instrumento de coerción de los poderes públicos y que engañar a la sociedad es un camino posible y rentable, son partícipes necesarios de tanta miseria política expresada mediáticamente. Y el correctivo está llegando para todos.