Fue en una histórica misión de la NASA en 1976, según un reciente estudio. Hace un mes se halló la materia orgánica más compleja que se haya encontrado en el planeta rojo.
La NASA detectó a principios de junio la materia orgánica más compleja que se haya encontrado en la superficie de Marte, un avance en el estudio de los posibles rastros de vida en el planeta rojo.
El vehículo Curiosity también encontró evidencia de variaciones estacionales en las emisiones de metano, lo que indica que la fuente de este gas -que a menudo es una señal de actividad biológica- proviene del planeta y podría almacenarse en las placas de hielo debajo de la superficie.
Poco más de un mes después, un estudio recién publicado en la revista “Journal of Geophysical Research: Planets” sostiene que otra histórica misión de la NASA, las sondas Viking, podrían haber hecho el mismo descubrimiento hace ya más de 40 años, pero sus resultados fueron quemados por la NASA de forma accidental, según informa ABC de España.
“En 1976, en efecto, los dos módulos gemelos de aterrizaje Viking llevaron a cabo los primeros experimentos sobre el terreno para buscar materia orgánica en el planeta vecino. Ya entonces, los científicos eran muy conscientes de que los planetas reciben de forma constante una lluvia de micrometeoritos ricos en carbono y, a menudo, moléculas orgánicas más complejas, por lo que estaban convencidos de que Marte debería estar repleto de tales sustancias. Pero las Vikings no encontraron nada, dejando a los científicos estupefactos y con un palmo de narices”, dice el texto.
Y agrega: “A partir de aquél momento, numerosos investigadores han tratado de hallar una explicación lógica al enigma de las moléculas perdidas, pero ninguna terminaba de encajar.
Según este estudio, Viking, en su búsqueda de moléculas orgánicas, tomó muestras de suelo marciano para analizarlas.
Estas nuestras que contenían perclorato –una sustancia que se utiliza para elaborar combustible para cohetes. Al realizar los experimentos, en los que se utiliza un soplete, incineraron todo elemento orgánico que pudiera haber en ellas lo que llevó a que los científicos no encontraran nada en los resultados, destaca el portal español.
El descubrimiento
Las muestras obtenidas en junio, provenientes de rocas de 3.500 millones de años, fueron recolectadas a 5 centímetros de profundidad en la base del monte Sharp, en el interior del cráter Gale, que se estima fue un lago.
“Este es un importante avance porque significa que hay materiales orgánicos preservados en algunos de los entornos más hostiles de Marte”, dijo la autora principal de uno de los dos estudios publicados en la revista Science, la astrobióloga Jennifer Eigenbrode, del Goddard Center de la NASA.
“Y tal vez podamos encontrar algo mejor preservado que eso, que tenga evidencias de vida“, dijo a la AFP.
Curiosity, que se posó en el planeta rojo en 2012, ya había descubierto materia orgánica en 2014, en pequeñas cantidades.
“Este estudio muestra en detalle el descubrimiento de compuestos orgánicos complejos y diversificados en los sedimentos. Eso no significa que haya vida, pero los compuestos orgánicos son los componentes básicos de la vida”, afirmó a la AFP el coautor, Sanjeev Gupta, profesor de Ciencias de la Tierra en el Imperial College de Londres.
Los fragmentos pueden provenir de un meteorito, de formaciones geológicas equivalentes al carbón o al esquisto negro que se encuentran en la Tierra, o de una forma de vida, dijo Eigenbrode.
Este cráter es “un buen lugar para la vida, si alguna vez existió en Marte”, explicó.
El análisis realizado por el laboratorio miniatura francés SAM (Sample Analysis at Mars) que el Curiosity lleva incorporado reveló “varias moléculas orgánicas y volátiles que se asemejan a las que se encuentran en la Tierra: tiofeno, metiltiofenos 2 y 3, metanotiol y sulfuro de dimetilo”, de acuerdo con el estudio.
Estos descubrimientos tienden a respaldar la tesis de que la vida ha existido potencialmente en Marte, dice Inge Loes ten Kate, de la Universidad de Tübingen en Alemania.
“Curiosity ha demostrado que el cráter Gale era habitable hace unos 3.500 millones de años, con condiciones comparables a las de la Tierra en formación, donde la vida ha evolucionado a este período”, agregó.