El presidente de la Cámara de Industrias de la Carne (CICCRA), Miguel Schiariti, habló en la 99.9 sobre el aumento en el precio del producto que aún hoy se mantiene, aunque consideran que no debería ser así. “Hay alguien que de manera inescrupulosa se está quedando con una diferencia que no le corresponde”, destacó.
Los aumentos desmedidos en algunos precios han sido una constante y particularmente en la industria de la carne, hay un sector que salió abiertamente a denunciarlo. El presidente de la Cámara de Industrias de la Carne (CICCRA), Miguel Schiariti, lo indicó en la 99.9: “después de la caída de los precios en la hacienda en pie, reflejado en la salida de fábrica, vemos que no bajan los precios como debieran. Hay alguien que de manera inescrupulosa se está quedando con una diferencia que no le corresponde”.
En cuanto a los motivos para que el aumento de los precios se diera de esa manera, los tienen claros, pero también consideran que debían haber bajado la carne una vez pasadas las celebraciones de fin de año. “El origen del aumento desmedido del precio se dio por el supermercadismo en el mercado de Liniers comprando todo lo que podía para abastecerse en las fiestas. Después de las mismas el precio empezó a caer pero como no vendieron lo que pensaban vender, mantuvieron los precios. Esto lo debemos denunciar desde la industria si queremos tener un crecimiento del sector ante un gobierno amigable, que no está en contra nuestra como el anterior. Debemos colaborar para que la inflación no se dispare”, aseguró.
En cuanto a las comparaciones y la aceptación de los argentinos del precio que se indica en las carnicerías, convalidando el aumento sostenido, Schiariti explicó que “la carne sigue siendo un producto muy barato. Un kilo de asado debería costar entre 75 y 95 pesos y una pizza cuesta 140. Quiero decir que como precio relativo de alimento sigue siendo un producto que tiene buen rendimiento. De todas maneras, tenemos productos como el pollo o el cerdo que tienen valores accesibles”.
Después de las declaraciones públicas que han realizado y que inclusive contaron con la aprobación de las autoridades nacionales, han encontrado los dos polos de la misma situación: algunos que empezaron a bajar los precios y otros que siguieron especulando mediáticamente: “en Gran Buenos Aires hubo un retroceso en los precios. Seguramente hay algún matarife que sigue entregando en distintos precios. El caso más específico es el de Alberto Williams que dice ser carniceros y habla como vice presidente del Centro de Carniceros pero nadie le conoce una carnicería. Me parece que se aprovecha la circunstancia para tener beneficios extra”, finalizó