Los equipos de emergencia y rescate siguen activos en busca de desaparecidos y más víctimas.
Los tornados han dejado un rastro de muerte y destrucción a su paso por Misisipi, en el sur de Estados Unidos. Las imágenes muestran casas reducidas a escombros, coches destrozados tras volar por los aires y numerosos daños a infraestructuras y construcciones. Las autoridades de emergencias han informado este sábado de la muerte de 23 personas en Misisipí a causa de los tornados que arrasaron el Estado el viernes por la noche, destruyendo edificios y dejando sin electricidad a varios Estados del sur. “Podemos confirmar 23 muertos, docenas de heridos y cuatro desaparecidos debido a los tornados de anoche. Tenemos numerosos equipos locales y estatales de búsqueda y rescate que siguen trabajando esta mañana. Una serie de activos están en el terreno para ayudar a los que han sido impactados”, ha señalado en un mensaje de Twitter la Agencia de Gestión de Emergencias de Misisipi a primera hora de la mañana. En Alabama se ha informado de otra víctima mortal.
El Servicio Meteorológico Nacional estuvo lanzando durante el viernes a través de su cuenta de Twitter alertas de vigilancia de tornados en los Estados de Misisipi, Alabama y Tennessee y confirmó que uno de ellos causó daños a unos 60 kilómetros al noreste de Jackson, la capital de Misisipi. Provocó destrozos en las poblaciones de Silver City y Rolling Fork y se adentró luego en Alabama a través de poblaciones como Winona y Amory.
Una de las alertas emitidas en la zona mientras la tormenta golpeaba, recogida por Associated Press, no se andaba con rodeos: “Para proteger su vida, ¡CÚBRASE AHORA! Usted está en una situación que amenaza la vida”, decía. “Los escombros voladores pueden ser mortales para aquellos que se encuentren sin refugio. Las casas rodantes serán destruidas. Es probable que se produzcan daños considerables en viviendas, negocios y vehículos, y es posible la destrucción total”, añadía.
La zona cero está en la zona de Rolling Fork (Misisipi), la localidad natal del músico Muddy Waters. Es un condado pobre, con mayoría de población negra y en la que mucha gente vive en casas prefabricadas o caravanas, menos resistentes ante el golpe de la tormenta.
Las autoridades de emergencia han advertido de que es probable que la cifra de víctimas aumente cuando los equipos de rescate vayan accediendo a las zonas afectadas.
El gobernador de Misisipi, Tate Reeves, ha expresado su pésame este sábado en un mensaje en Twitter: “Al menos 23 habitantes de Mississippi han muerto a causa de los violentos tornados de anoche. Sabemos que hay muchos más heridos. Los equipos de búsqueda y rescate siguen activos. La pérdida se sentirá en estos pueblos para siempre. Por favor, recen para que la mano de Dios esté sobre todos los que han perdido a familiares y amigos”. Reeves ha declarado el estado de excepción.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha hablado por teléfono con el gobernador y le ha ofrecido apoyo de los servicios de emergencias federales. “Las imágenes que nos llegan de Misisipi son desgarradoras. Aunque todavía estamos evaluando el alcance total de los daños, sabemos que muchos de nuestros compatriotas no solo lloran la pérdida de familiares y amigos, sino también la de sus hogares y negocios” ha dicho Biden en un comunicado difundido por la Casa Blanca. “Haremos todo lo que podamos para ayudar. Estaremos allí todo el tiempo que sea necesario. Trabajaremos juntos para ofrecerles el apoyo que necesitan para recuperarse”, ha añadido.
Los daños en Rolling Fork han sido tan graves que varios cazatornados, que siguen las condiciones meteorológicas adversas y acuden a retransmitir en directo esos fenómenos, pidieron ayuda para las labores de búsqueda y rescate. Otros abandonaron la persecución para llevar ellos mismos a los heridos a los hospitales.
Uno de ellos, Aaron Rigsby, ha subido a su cuenta de Twitter imágenes impresionantes del rastro de destrucción que han dejado los tornados a su paso en Rolling Fork.
Los tornados mortales son frecuentes en el centro de Estados Unidos. Golpean con frecuencia Estados del sur como Misisipi, Alabama, Tennessee, Arkansas, Misuri o Kentucky. Son un evento producido por el cruce de dos corrientes de aire caliente: una seca procedente del oeste y otra húmeda que sube desde el golfo de México. Se producen alrededor de 1.000 tornados al año.
Aunque la mayor parte de los tornados se producen en los meses de primavera (un 52% del total), especialmente en abril (22,5%), existe una temporada de tornados secundaria en noviembre y diciembre en el sureste del país. Algunos de los más dañinos y mortales se han formado precisamente en los últimos meses del año. En diciembre de 2021, una serie de tornados causó cerca de un centenar de muertos en seis Estados del centro y el sur de Estados Unidos.