Una cápsula de la empresa SpaceX regresó a Tierra luego de desacoplarse de la estación orbital a la que había llevado equipos.
Ayer, la cápsula espacial de carga no tripulada Dragon amerizó sin problemas en el Océano Pacífico frente a las costas de México, horas después de su desacoplamiento de la Estación Espacial Internacional (ISS), informaron la Nasa y la empresa privada estadounidense SpaceX, propietaria de la nave.
Dragon amerizó a las 16.05 horas de Argentina, tal como estaba previsto, unas seis horas después de desacoplarse la ISS para iniciar su retorno a la Tierra con casi dos toneladas de experimentos científicos y equipos viejos. La nave de seis toneladas se había separado del brazo robótico de la ISS en la vertical del Océano Indico al sur de Australia, luego de haber pasado 28 días acoplada a la plataforma.
Dragon fue lanzada el 18 de abril a bordo del cohete Falcon 9 desde la base de Cabo Cañaveral, Florida, en el sureste de Estados Unidos. La Nasa usa empresas privadas como Spacex para abastecer a la ISS. En esta ocasión, Dragon entregó 2,2 toneladas de carga que incluía comida, trajes espaciales, piezas de repuesto y equipos para 150 experimentos que se realizan en la estación orbital.
En base a un contrato de 1.600 millones de dólares con la agencia espacial estadounidense, SpaceX debe realizar un total de 12 misiones hacia la estación. La Nasa también tiene un contrato para el aprovisionamiento de la ISS de 1.900 millones de dólares con Orbital Sciences Corporation, cuya cápsula Cygnus efectuó una primera entrega en enero último.
SpaceX, Boeing y Sierra Nevada también fueron seleccionados por la Nasa para desarrollar naves que transporten personas hacia la ISS y otros destinos, proyectos que deberán estar operativos para 2017. El lanzamiento anterior de una cápsula Dragon había tenido lugar en marzo de 2013.
En el momento del desacople, el astronauta Steven Swanson, comandante de la estación, dijo “se está alejando”. En tono de broma agregó: “muy bueno esto de tener un vehículo en el cual traer los experimentos científicos, los equipos y quizá, algún día, incluso a seres humanos de regreso a Tierra”.
La Nasa impulsó con fuerza el convenio con compañías privadas luego de dar de baja el programa de sus transbordadores, que quedaron obsoletos, hasta que termine de desarrollar una nueva generación de naves espaciales.