Como dueño de equinos, Manolo Bombín habló de la problemática que padecen en la ciudad constantemente y señaló que “tenemos apuntados muchos punteros cuatreros y la policía no llega nunca a destino“.
El robo de caballos en la ciudad de Mar del Plata es una problemática que parece no tener responsables y tampoco despertar el interés de los políticos. Mientras tanto, los propietarios de estos animales viven día a día pensando que, cuando amanece, les puede faltar algún equino.
Manolo Bombín habló al respecto en la 99.9 siendo uno de los más damnificados en la ciudad: “me han robado 6 caballos desde 2023 a la fecha. En total, se han robado 155 caballos desde fines de 2023 hasta la fecha de los cuáles encontramos 140 caballos faenados. Desde el momento que vamos al colegio nos enseñan que la patria se hizo a caballos y que los antepasados usaban los caballos para sustentar la familia; ahora que te lo roben para carnearlo es algo descabellado. Nosotros estamos con un miedo constante porque te cortan los alambres, se te meten adentro y hay cuatreros por todos los barrios de la periferia”.
Si bien la inseguridad está presente en cada rincón de Mar del Plata, saben que ellos padecen una situación muy particular: “toda la ciudad está padeciendo la inseguridad, a nosotros nos toca con los caballos. En nuestro caso no sabemos si es cuestión del municipio, la provincia, bromatología o caballería pero hay robo de caballos que a algún lado van a parar. A los dos días que empezás la búsqueda, en puntos claves de la ciudad, encontrás donde descartan las cosas. Tenemos apuntados muchos punteros cuatreros y la policía no llega nunca a destino. La justicia es muy lenta, hicimos 150 denuncias y hay 6 en fiscalía nomas”.
Además, señaló que los que mandan a robar los caballos utilizan menores de edad que son inimputables: “me ha faltado un caballo, vivo en Parque Camet y lo he encontrado en el Barrio Belgrano. Cuando lo encontrás anda un menor de edad arriba del caballo, lo llevas a la comisaría y no pueden hacer nada porque es menor. Si no lo encontras en ese transcurso, lo faenan. El primer paso, que es robar el caballo lo hacen con menores, pero después lo faenan profesionales porque queda pelado el esqueleto“.
Los vecinos que sufren este problema en lo cotidiano, le han señalado a la policía incluso cuáles serían las carnicerías a las cuáles se llevaría esa carne para ser comercializada: “la carne va a parar a embutidos, milanesa y carne picada pero hay que concientizarse que la mayoría de los caballos tienen vacunas y las carnes no son aptas para el consumo humano. Hay personas que compran la oferta de milanesas barata pero pueden ser de caballo y los puede afectar. Cuando abrís el Facebook están faltando caballos todos los días. Les dimos puntos claves donde sabemos que carnicerías en cada barrio pueden ser clandestinas, clausuraron 6 carnicerías y a las 4 horas estaban sacando la carne por la otra puerta. Estamos luchando contra la corriente”.