La especialista en toxicología de mamíferos marinos se refirió en la 99.9 al impacto que podrían tener los microplásticos en humanos luego de ser encontrados en ostras y almejas.
El hallazgo de microplásticos en ostras y almejas ha despertado un alerta respecto de la cantidad de especies contaminadas que pueden ser consumidas por humanos. La especialista en Toxicología de mamíferos marinos, Marcela Gerpe brindó precisiones en la 99.9 sobre el verdadero impacto que puede tener en las personas.
“Hay mucha información de microplásticos en ambientes marinos. Es el último lugar al que llega todo lo que hacemos en el continente. Desde los 60 la producción de plástico se ha incrementado notablemente y se arrojó una enorme cantidad en ese momento sin pensar en el impacto. Muchas cosas pasaron de ser la panacea al diablo más importante”, indicó en base al histórico problema de los plásticos.
Ahora esta variación plantea nuevos inconvenientes: “hay también microplásticos secundarios que se van degradando a partir de plásticos más grandes. Primero aparece la problemática sobre los organismos que tienen efectos nocivos y se traspola a lo que estaría ocurriendo con el hombre. No hay estudios concretos de lo que los microplásticos generan en humanos. Por el tamaño, el 90% sería eliminado por lo que no tendría mucho impacto“, advirtió.
El problema surge en las especies pequeñas que las personas consumen enteras porque allí se podrían alejar los microplásticos: “el principal conflicto aparece con el consumo de mariscos, langostinos o camarones donde se han encontrado este tipo de microplásticos. De todas maneras, no hay estudios concretos. Se indica que puede haber, por efectos de los microplásticos, alteraciones en los tejidos que provoquen disfunción de los mismos o bien efectos químicos”, finalizó.