El fiscal platense habló en la 99.9 sobre una causa que está investigando y donde se denuncia que los cooperativistas fueron presionados para entregar dinero a distintos punteros: “les piden dinero para seguir en sus puestos”; destacó.
En las últimas horas se dio a conocer una denuncia en La Plata por extorsión a cooperativistas por parte de distintos punteros que será investigada por el fiscal Marcelo Romero. En la 99.9, el funcionario del ministerio público dio detalles y comentó que “la denuncia es grave y estamos en los primeros pasos de la investigación. Los cooperativistas que ofrecen distintos trabajos al estado, aparentemente cobran por tarjeta de débito y algunos punteros les exigen determinada cantidad de dinero para seguir en sus puestos. Hay versiones de un dinero que queda a voluntad digamos o una cuota fija”.
Este tipo de accionar es más común de lo que habitualmente se denuncia, pero también es difícil encontrar material de prueba. “Explotar las necesidades es algo de lo más vil. Es difícil conseguir la prueba porque la gente tiene bronca pero a la vez miedo de perder lo poco que tiene que es una entrada fija de dinero”, destacó.
Otra de las causas que tiene en sus manos Romero tiene que ver con el intento de toma del Ministerio de Economía provincial. Al respecto, explicó que “hoy le tomaremos declaración indagatoria a los dos diputados, el titular de ATE Ensenada como al titular de ATE Provincia. Hay una imputación concreta y grave, cuando fue la ocupación del Ministerio de Economía de la provincia el ministro Lacunza manifiesta haber sufrido coacciones. Fui engañado por la gente porque me dijeron que era todo pacífico cuando me acerqué pero no sabía que el ministro y las autoridades de ATE habían tenido comunicación por Whatsapp para hacer la reunión por la tarde y no como me dijeron a mí, que el gobierno los había engañado”.
Lo que podría haber sucedido aquella tarde podría haber sido grave y por eso, quiere llegar al fondo de la cuestión, aunque no siempre en estos casos se logre: “ese día había 1.000 personas en ese edificio y si había un desborde podría haber sido una catástrofe. El estado muchas veces no da la respuesta adecuada a las manifestaciones quizás por el temor de las repercusiones. Es muy pernicioso que los funcionarios no actuemos como debiéramos para la vida republicana”, opinó.
Por último, opinó sobre lo que sucede cada vez que hay manifestaciones y se producen enfrentamientos con las fuerzas de seguridad: “tenemos una postura esquizofrénica porque se reclama la presencia policial y cuando aparece a policía se la quiere equiparar a las fuerzas militares de la dictadura. La policía tiene un límite de tolerancia que debe ser única en el mundo, reciben insultos, piedras, escupitajos y hasta patadas; pero cuando reaccionan como humanos ni siquiera como policías se empieza a hablar de represión”, finalizó.