Con la nueva tecnología de la computación, se ha logrado disminuir la dosis de radiación de las TAC, con las cuales también se pueden hacer análisis químicos del interior del cuerpo humano.
Un equipo de última generación de tomografía computadorizada, o TAC, que escanea el cuerpo rodaja a rodaja, permite tomar una imagen del interior del cuerpo humano con tan alta calidad que se puede ver hasta la composición química de quistes o tumores. Además, se ha conseguido bajar notablemente la dosis de radiación y eliminar los efectos perjudiciales para la calidad de la imagen de algunos elementos como las prótesis que tiene el paciente.
La última generación presentada por General Electric, llamada Gemstone, es un nuevo generador más rápido y sensible, que emite pulsos en dos niveles de energía (80.000 y 140.000 voltios) en lugar de un solo nivel, como las generaciones anteriores, con intervalos de sólo un cuarto de milisegundo y la técnica Veo de reconstrucción iterativa de la imagen basada en un modelo.
“Se trata de responder a lo que nos piden los médicos: ver más y mejor, saber más sobre la anatomía, y reducir la radiación”, comenta Joaquim Luzia, de GE Healthcare en España. Este TC de alta resolución “permite reducir las dosis de radiación en hasta un 90% al tiempo que mejora la resolución de la imagen hasta un 50%; además, gracias al uso de la imagen espectral, ayuda a caracterizar las lesiones porque introduce una nueva capacidad para cuantificar y separar materiales como el calcio, el yodo y el agua, permitiendo determinar la composición química de las lesiones así como su evolución”, explica.
El aparato tiene la función de congelación virtual del movimiento. Para los especialistas cardiovasculares, se pueden obtener imágenes claras de un órgano en movimiento continuo como es el corazón, además de la posibilidad de caracterizar la placa coronaria y cuantificar la estenosis, revisar el estado de bypasses y stents, ver la extensión de un infarto, etcétera.