![](https://noticiasyprotagonistas.com/wp-content/uploads/2025/02/tap1429.jpg)
3200 muertos después, Axel Kicillof se reunió con la familia de un occiso. No fue una muerte más: la de Matías Paredes fue una muerte que estuvo a la medida de la ideología del gobernador, un muerto «ideológicamente correcto».
Y lo fue, porque este crío de 26 años y padre de una niña de 3, es el asesinado ideal para su ideología. Nada de lo ocurrido con las otras 3200 víctimas del crimen en la provincia ha conmovido a Kicillof, mientras que Matías Paredes tiene todas las características correctas.
Kicillof no apareció tras el asesinato de Cristian Velazquez, ni el de Antonio Di Meglio en 2024. Estas y otras tantas muertes, en la ideología marxista del gobernador y del filomarxista ministro de Inseguridad de la provincia, es que, los muertos por crímenes, son las consecuencia inevitable de un injusto sistema capitalista.
Para más, la causa tiene un juez de claro corte «zaffaronista»: Juan Tapia tiene un fuerte sesgo ideológico. A todos les cierra esta muerte que les permite dañar políticamente al gobierno nacional, mas específicamente al presidente y su ministra de Seguridad.
Obviamente, los policías actuantes están incursos en los delitos de los que se les imputan. Todos los funcionarios con los que hablé, afirman que el actuar fue negligente y nada profesional. Están a su suerte y, cuando menos, hay dos de ellos que van a pasar muchos tiempo encarcelados.
La izquierda sacó raudamente su catilinaria discursiva, con términos caídos fuera de uso como «zona liberada» y «gatillo fácil», que fueron acuñados en la literatura ideológica de las décadas de 1980 y 1990 por una organización muy oscura denominada CORREPI la cual —en sus propias palabras— es: «la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional. Es una organización política que activa en el campo de los Derechos Humanos, al servicio de la clase trabajadora y el pueblo, con especificidad frente a las políticas represivas del estado. Entendemos que todo estado que represente y defienda los intereses de la clase dominante sobre las mayorías oprimidas, deberá ejercer la represión, sea por la forma abierta de la coerción o por la más sutil de la imposición de consenso. Es nuestro objetivo, a través de variadas herramientas, caracterizar, denunciar y combatir esas políticas represivas, poniendo en evidencia su carácter esencial e inherente al sistema capitalista».
Totalmente funcional a la idea ideologizada de sostener que el crimen es la consecuencia del sistema capitalista que no redistribuye la renta. En este criterio, el criminal es un actor necesario para redistribuir la renta. El culpable, es el que posee.
La muerte de Matías a sus 26 años no se debió a que éste llevara la camiseta de Alvarado, es la consecuencia de una política de vaciamiento de la policía por su mala instrucción y del uso de las prácticas corruptas que exponemos en el central de esta edición.
Sería útil que el fiscal Pelegrinelli analice cuantas horas de servicio llevaban esos policías y cómo hicieron para sostenerse en pie para cumplir su cometido que terminó en tragedia.